Las playas de la ciudad de Eivissa comienzan a despertarse del letargo en el que se vieron sumidas por las consecuencias del hundimiento del mercante Don Pedro. Tras abrirse al público, el pasado 20 de julio, es ahora cuando los bañistas empiezan a adentrarse en sus aguas.
Uno de estos casos es la playa de Figueretes que durante toda la jornada de ayer mostró una imagen de total normalidad con una gran cantidad de visitantes y con el único recuerdo del Don Pedro que ofrecía la barrera de contención situada a escasos metros de la orilla.
«Hace días sí que tuvimos bastantes bañistas que salían con manchas de fuel en los pies, pero afortunadamente la situación ha mejorado mucho y en estos momentos la calidad del agua es bastante buena», explicó Miguel Jurado, uno de los socorristas que diariamente vela por la seguridad de la misma y añadió: «En estos días parece que se empieza a recuperar el número de bañistas, pero lo cierto es que son muchos menos de los que lo hicieron por estas fechas el año pasado».
Por lo que respecta a los robos en ses Figueretes, parece que éstos están remitiendo. «Al principio de temporada tuvimos muchos robos, pero han detenido ya a bastantes personas. Hace poco cogimos a un grupo que robaba colocando toallas o periodicos sobre el objeto», puntualizó el socorrista.
No obstante, la playa de Talamanca aún presenta un aspecto bastante triste. A pesar de que la playa permanece abierta al baño, lo cierto es que la bandera amarilla ondeará probablemente hasta que finalice la temporada. O por lo menos hasta que los bañistas no se manchen de alquitrán en absoluto. Lo cierto es que, a pesar de que son muchas las personas que acuden a ses Figueretes a tomar el sol, muchas de ellas sólo se refrescan con el agua de las duchas que hay instaladas en la orilla. Tanto los socorristas, como muchos de los restaurantes de la zona ofrecen aceite para que los bañistas se limpien completamente.I. L. y L. T.