La Conselleria d'Agricultura i Pesca del Govern trasladó ayer mismo su preocupación al Ministerio de Agricultura por la situación que atraviesa el caladero pitiuso de atún rojo, que según denunciaron los ecologistas esta semana ha bajado en un 85 por ciento su producción porque está colapsado y esquilmado debido a la sobrepesca.
Pese a que el Ejecutivo autonómico no tiene competencias en esta cuestión porque el caladero se encuentra a 100 millas de Formentera en aguas internacionales y bajo jurisdicción pesquera del Gobierno español, la Conselleria está «preocupada por la sobrespesca», ya que consideran que con prácticas que no siempre son legales han contribuido a reducir de forma considerable la población del atún rojo, que tiene en este punto del Mediterráneo uno de sus principales puntos de reproducción y desove. La captura precisamente en este momento vital del atún rojo comporta que se pesquen ejemplares adultos y se lleven a piscifactorías de la costa española o de Francia interrumpiendo una correcta reproducción.
«Preocupa que no haya una veda durante el periodo de reproducción», explican desde la Conselleria, que asegura que, no obstante, esta práctica es legal. Por ello se han puesto en contacto con el Ministerio para trasladarles su preocupación e instarles a defender el establecimiento de una veda, aunque cuestiones como estas tienen un alcance incluso a nivel de Unión Europea.
Desde el Govern también verían positivamente la creación de un santuario, una zona en la qeu no se permita la pesca del atún rojo para así intentar preservar esta especie, amenazada por la gran demanda del mercado japonés para platos como el sushi y el sashimi.
Desde el Ejecutivo autonómico consideran que cualquier medida debería consensuarse entre el Ministerio de Agricultura, el sector pesquero y los ecologistas, que son conocedores del problema porque lo han estudiado.