Uno de los puntos más visitados en verano son las oficinas de información turística, lugares donde los turistas acuden para buscar un auténtico plan vacacional o bien solicitan alguna información en concreto. «Hay algunos que quieren que les organices las vacaciones por completo, pero también hay otros que quieren cosas muy puntuales, como un folleto de información sobre Dalt Vila», asegura un trabajador de la oficina de Vara de Rey, que pertenece al Ayuntamiento de Eivissa. En esta ciudad hay tres puestos de información, dos del Ayuntamiento y uno del Consell. El ubicado en el puerto recibe unas 600 personas diarias, según asegura Lorena Sánchez, trabajadora de este puesto. Ella y sus compañeras han oído preguntas como dónde está el guiri market o Santa Aleluya. El puesto de información del aeropuerto también es foco de preguntas extrañas. «Una vez me preguntaron si el portal de ses Taules era la boca del metro; también suele venir gente en agosto pidiendo que le busquemos un hotel, agosto es horrible», afirma Ani Suñer. Aunque, sin duda alguna, el los trabajadores del puesto de Sant Antoni son los que más preguntas un tanto atípicas escuchan. Así, suelen ser frecuentes las preguntas: ¿Dónde están las medusas hoy?, ¿cómo llegamos a la cueva del amor?, ¿qué milagro hizo Sant Antoni con el huevo?, ¿dónde están cala basta y cala yoga?, ¿algún lugar donde no haya nubes? o, sin duda la mejor, ¿dónde está el mar? María José Real
Una de las preguntas que más se repite año tras año es cómo se llega a Fuerteventura, en lugar de a Formentera. «Se confuden sobre todo los españoles», cuenta Lorena Sánchez, que trabaja en el puesto de información del puerto. Según cuenta, los turistas también suelen pensar que Formentera no está civilizada: «Creo que la confunden con Cabrera porque me preguntan si es un parque natural, si hay colegios o si tienes que ir con tu propio barco ». Una de las confusiones que más se repiten es si Eivissa e Ibiza son el mismo sitio. «Recuerdo que una vez una pareja discutió delante de mí porque la mujer decía que era lo mismo y el hombre que no porque tenían nombres diferentes», afirma Ani Suñer, trabajadora del puesto de información del aeropuerto. Y añade: «Esto pasaba mucho los primeros años que se empezaron a cambiar las señales».