Empezaron con tango, que es lo más pedido para espectáculos en hoteles, paseos, teatros y fiestas privadas, pero poco a poco comenzaron a introducir en sus shows distintas danzas folklóricas argentinas con las que sorprenden a los organizadores. Porque si el tango es un baile típico de Buenos Aires, el resto de Argentina se caracteriza por danzas folklóricas que se pueden lucir a la misma altura que el baile porteño por excelencia. «La verdad es que nos costó y al principio tuvimos que empezar sólo con el tango», aseguró Cintia Weidemuller, que hace un año se unió a los hermanos Marcelo y Lucas Martín para formar el grupo «Pampa Argentina». «Pero a medida que íbamos tomando confianza, llegábamos con los trajes folklóricos y les decíamos 'hoy te vamos a mostrar otra cosa', y cuando lo veían quedaban fascinados», agregó la bailarina.
Desde entonces, por los diversos escenarios de la isla que recorren, llevan también el malambo (zapateo criollo) y las danzas típicas como son la chacarera, la zamba y la cueca. Una labor que desarrollan no sólo como trabajo, supervivencia y arte sino también por solidaridad, al ofrecer su espectáculos en distintos eventos benéficos, como el que tendrá lugar el sábado a mediodía en Santa Eulària para ayudar a los damnificados del terremoto en Perú. «Nuestro espectáculo se compone, por una parte, del tango arravalero típico del Buenos Aires del 1900. Y después completamos con una parte de tango artístico y coreografía», explicó Marcelo. La diferencia entre ambos, según el bailarín, es que el tango arravalero se remonta a los orígenes de esta danza. «Entonces se bailaba entre hombres porque estaba mal visto que se bailara con la mujer. Pero después de 1900 el tango llegó a las fiestas de la clase alta y, como consecuencia, se empieza a bailar de una forma más estilizada y elegante. Incluso comienza a estar mejor visto que se abrace a la mujer. Pero es en los últimos veinte años cuando se empieza a exportar el tango artístico de coreografía y técnica, que no tiene nada que ver con el arravalero, de movimientos muy cortos, cerrados», aseguró Marcelo.
Toda esta fusión de danzas argentinas se completa en cada espectáculo con un show de «fantasía», compuesto de bombos (percusión) y de boleadoras (arma arrojadiza utilizada por los indígenas que se compone de dos o tres bolas unidas por tiras de cuero). «Es la parte más participativa porque con las boleadoras rompemos un cigarrillo a un hombre o despeinamos a una mujer», destacó Marcelo.
Danzas criollas, una fusión nacida de los bailes llevados por la conquista española que se fusionaron con las danzas indígnas y que dieron como resultado un folklore muy vivo, que este trío de artistas luce por la isla.
Luciana Aversa