El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, afirmó ayer que ni Ayuntamiento ni Consell de Formentera tienen la más mínima herramienta legal para paralizar las obras del parque fotovoltáico que se está construyendo en las cercanías de cala Saona y que está suponiendo una deforestación muy elevada. Ferrer explicó que «el día que empezaron las obras, hace unas dos semanas, mandamos a la Policía Local a comprobar si todo estaba en condiciones porque en el Ayuntamiento no sabíamos nada, no teníamos constancia del inicio de los trabajos» y a continuación indicó que «resultó que faltaba un permiso de los forestales para arrancar los árboles que estaban talando, pero la propia conselleria indicó que había sido un error suyo y dio permiso para seguir adelante con las obras», circunstancia por la cual Ferrer afirmó «no tenemos argumentos para paralizar las obras».
Sin embargo el presidente de la primera institución de la isla informó que «como equipo de gobierno hemos mostrado nuestra preocupación a las consellerias de Medi Ambient y a la de Comerç, Industria i Energia, no por el hecho de que se esté instalando este primer parque solar sino porque este puede ser el inicio de un proceso en el que comiencen a surgir peticiones para instalar más plantas de energía fotovoltáica», y en este sentido dejó claro que «Formentera no puede asumir este elevado coste paisajístico, y creemos que si hay que hacer parques, porque estamos de acuerdo con las energías renovables y no contaminantes, hay alternativas diferentes a parques de estas dimensiones». Como opciones Ferrer apuntó al hecho de que en Formentera existe «una zona industrial en la que se podrían instalar placas en todos los tejados de las naves, pero también podemos hacer que todas las nuevas viviendas, todas las nuevas construcciones sean autosuficientes en materia energética, por tanto no haría falta generar este impacto visual y paisajístico que se está creando».