a vida de Wolfgang Amadeus Mozart adaptada a la infancia a partir de títeres, actores en escena, música en directo y la banda sonora del genial compositor austríaco. De esta forma, las herramientas artísticas de la compañía Microcosmos Teatre confluyeron ayer en el escenario de Can Ventosa para mostrar a más de doscientos niños la vida Mozart y, sobre todo, su obra. El legado de haber creado con su música un cielo en la tierra: «El Cel de Mozart».
Los primeros en disfrutar de esta obra fueron los alumnos de los colegios Jesús, Can Misses y Poeta Villángómez, al igual que hoy lo harán casi 400 niños durante dos funciones matinales.
El espectáculo comienza con un Mozart ya maduro y enfermo que lucha por componer su última obra: El Réquiem. Una obra que va a ser también la despedida de su propia vida y que le sirve para realizar un balance de toda su trayectoria. El recorrido biográfico comienza con los recuerdos de su infancia, la relación con su familia, los primeros contactos con la música y las primeras giras por Europa. Continúa con su necesidad de fama como compositor, en la que se muestra al joven genio y su alegría creativa, y con las dificultades de estar al servicio del arzobispo de Salzburgo. Su primer amor, Aloisia, y su amor definitivo, Constance Weber, con quien vive en Viena ya como artista libre y compositor reconocido, completan esta obra interpretada por los actores y cantantes Júlia Mora y Arnau Vinós, que a la banda sonora más conocida de Mozart como la Sinfonía 40 o la Pequeña Serenata Nocturna suman su música en directo con la que interpretan, entre otras composiciones, fragmentos de la Flauta Mágica.
Todo bien hilado a través de los recuerdos del compositor, que a su vez fueron reconstruidos a través de sus verdaderas cartas personales que Mozart enviaba a su padre, a su madre y a su familia. La obra viajará mañana a Formentera pero esta tarde, a las 19'00 horas, habrá una función abierta al público. lL.A.