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Pinceladas de tiempo libre

El curso de pintura organizado por la Asociación de adultos arrancó ayer en Santa Eulària

Con el final del verano llega el aumento de tiempo libre y si por algo se caracterizan los inviernos en la isla es por la poca oferta lúdica que existe a disposición de quien quiere ocupar algunas horas de su tiempo con, por ejemplo, un curso de cocina o de costura. En este sentido, la Asociación de Adultos de Eivissa y Formentera promueve junto con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Eulària un curso de pintura desde hace más de cinco años. Este taller congrega cada año un buen número de personas. «Sobre todo acuden amas de casa, aunque también suelen venir jóvenes y hombres», asegura Encarna Ardoy, profesora de pintura de esta asociación. La edición de este año arrancó ayer por la tarde en Santa Eulària. Más de 15 mujeres asistieron a esta primera clase en la que Encarna repartió los grupos, comunicó los horarios a las alumnas y éstas marcaron las primeras pinceladas sobre sus lienzos. «Este año quiero acabar un cuadro con hojas que empecé el año pasado», afirmó Rosi Rubio, una alumna ya iniciada en el mundo de la pintura, pues acude a estos cursos desde hace años. Este también es el caso de Mari Carmen Marchante: «Vengo desde hace años porque me gusta mucho pintar y quiero desarrollar mi vena artística». Y añadió: «Me gustaría muchísimo viajar al norte y pintar algunos paisajes de, por ejemplo, Galicia». Mari Carmen Gómez, otra de las alumnas, destaca que el curso de pintura es una buena distracción: «Conocemos mucha gente y hacemos amigos; nos sirve para distraernos». Así, la profesora resalta que el curso de pintura es una excelente manera de ocupar el tiempo libre: «Pasamos un rato agradable, nos divertimos y conseguimos olvidarnos de los problemas. Todo ello mientras aprendemos a pintar». Durante la clase de ayer muchas alumnas aprovecharon para acabar los cuadros que empezaron el año pasado. «En casa adelantamos algo cuando tenemos tiempo», asegura Mari Carmen Marchante. Los paisajes que más se repiten suelen ser el Puig de Missa o el puerto de Santa Eulària. «Algunas veces salimos para que las alumnas capten la imagen, pero generalmente solemos trabajar con fotografías», señala la profesora. l María José Real

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