Un informe realizado por el Instituto de Economia i Empresa Ignasi Villalonga en colaboración con la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Ibiza y Formentera, que analiza la situación económica y social de las Pitiüses, advierte de la estacionalidad de la actividad turística, que centra en temporada alta el 75 por ciento de los visitantes que llegan a las islas.
El informe, que se incluye en el proyecto de estudio de un Libro Blanco para las Infraestructuras de la Euroregión del Arco Mediterráneo (Euram), fue presentado ayer ante los distintos representantes de las patronales de los sector de transportes para evaluar las deficiencias de las islas. En este documento señala que la actividad turística ha sufrido ciclos «marcadamente contrapuestos durante las dos últimas décadas que han sacudido la actividad económica de las islas». Por ello, en el informe hace referencia a la crisis de principios de los años 90 y al impacto que tuvo sobre las empresas hoteleras y la oferta complementaria así como a la evolución y la recuperación del sector en los años posteriores. Además, y en relación a la oferta turística, el informe apunta que mientras Eivissa se ha consolidado como un destino de turismo joven «que busca la oferta de ocio nocturno y la playa» a la vez que el turismo familiar ha ido perdiendo peso relativo, Formentera, por contra, «capta en mayor medida este turismo familiar y de parejas que busca disfrutar de un entorno privilegiado y una atmósfera sosegada».
Este mismo informe, que también ha realizado el mismo análisis en todas las comunidades del Mediterráneo, también estudia las infraestructuras de transporte aéreo como portuario. En relación al primer caso, el informe resalta que el aeropuerto de Eivissa se encuentra potencialmente condicionado a futuras ampliaciones por encontrarse lindando con el Parque Natural de ses Salines. Asimismo, señala que en 2006 se transportaron 4'6 millones de pasajeros, lo que representa un incremento del 25% en los últimos años, convirtiéndolo en el décimo aeropuerto español con mayor flujo de pasajeros, a pesar de tener un «carácter principalmente turístico y una acentuada estacionalidad».
El mismo recoge que en las Pitiüses, según los datos de 2006, residen 122.000 habitantes, de los que 114.000 viven en Eivissa y 8.000 en Formentera. La evolución de la población y la concentración del turismo en los meses estivales «obliga a dimensionar» los servicios en las isla como carreteras, suministro eléctrico o abastecimiento de agua.
Respecto a la ocupación del suelo, el negocio inmobiliario es uno de los principales activos de la economía de Eivissa y, además, está ligado al sector del turismo. De hecho, en 2005 el 36 por ciento de las viviendas eran segundas residencias. El informe avisa de que es «preocupante los continuos problemas» que conlleva la promoción urbanística de la isla, así como controversias políticas y legales.