El cuento irlandés El gigante cuchulain contado a medias por Martín y Belinda inauguró ayer un variado cuentacuentos en la carpa de Santa Eulària. «Es muy divertido narrar una historia a medias, pero es muy complicado; queda muy bonito», afirmó ayer Sole, que junto con Belinda, David y Martín forman Los duros de cartón. Durante más de una hora de espectáculo tanto niños como mayores pudieron escuchar cuatro narraciones, como la de un cazador que una mañana salió y su escopeta disparaba flores, por lo que no pudo conseguir comida: «Pero encontró una novia y se enamoró», afirmó David. También narraron la historia de la princesa marandina: «La princesa de los pobres que también ayuda al resto de princesas», contó Sole, quien además narró la versión navideña de los siete cabritillos: «El lobo se tuvo que disfrazar de Papá Noel y comprar regalos para entrar en la casa de los cabritillos; finalmente entró por la chimenea, pero estaba tan cansado para devorarlos que se sentó a comer con ellos la cena de Navidad y se volvió su protector».
A Los duros de cartón les sorprendió mucho la atención que prestaron todos los niños de la carpa: «Se notan que están acostumbrados a escuchar, incluso los más pequeños», afirmó Sole.
María José Real