El exhaustivo control de los vigilantes de Costas va surtiendo efecto, según se desprende de los datos proporcionados por el Ministerio de Medio Ambiente en torno a las infracciones que se registraron en 2007 en los núcleos costeros de las Pitiüses. En total, la Demarcación de Costas de Balears incoó el año pasado 128 expedientes por actuaciones prohibidas en el litoral ibicenco y formenterés, una cifra que, en el caso de Eivissa, ha mejorado considerablemente con respecto a los datos de 2006, al pasar de 95 sanciones en aquel año a 80 en el pasado. No es el caso de Formentera, isla que ha registrado un aumento considerable de las infracciones, ya que si en 2006 se incoaron 30 expedientes, en 2007 la cifra aumentó hasta los 48.
Las sanciones de Costas no son ninguna broma, así que tanto los empresarios de explotaciones costeras como ciudadanos con propiedades en el litoral se atienen más a las autorizaciones otorgadas por Costas, aunque siempre hay infractores. Como todos los años, la irregularidad más frecuente fue la sobreocupación de hamacas en las playas. Por este motivo, se abrieron 42 expedienets en Eivissa y 24 en Formentera.
El segundo epígrafe por el que más multas se han extendido en las Pitiüses, a bastante distancia de las instalaciones de playa, fueron las obras, con 23 expedientes en la mayor de las Pitiüses y 13 en su hermana del sur. Los infractores, en estos casos, además de tener que abonar una sanción económica deben demoler las obras construidas de forma ilegal. La administración es implacable en los temas de derribos.
En otro aspecto, en Formentera no se registró ni una sola amonestación por acampada, uno de los caballos de batalla de las autoridades formenterenses. Tampoco Eivissa contabilizó ninguna.
Tanto en las infracciones por vertidos de aguas fecales como por las causadas por embarcaciones varadas, Eivissa y Formentera registraron una sanción cada una en cada uno de los casos. El corte de caminos a la costa provocó tre actuaciones de Costas en Formentera por sólo una en Eivissa.