Francesc Antich, presidente del Govern balear, hizo un alto en el camino de su apretada agenda en la isla y entre la inauguración del polideportivo de Sant Jordi y la visita de la ministra Narbona tuvo tiempo de hacer declaraciones entorno a la polémica del proyecto de ampliación del puerto de Eivissa. Antich afirmó que la remodelación debe responder a las exigencias de «seguridad» y además «ser sostenible».
Esta afirmación responde a las demandas realizadas en los últimos días por la plataforma Eivissa al Límit, que considera que el proyecto presentado es el de más impacto para la bahía de la ciudad de Eivissa, además de ser el más costoso. Además, las organizaciones que conforman la citada plataforma, es decir, los grupos ecologistas GEN-GOB y Amics de la Terra, el colectivo cultural Institut d'Estudis Eivissencs (IEE) y la plataforma ciudadana Antiautopista, han solicitado varias veces en las últimas semanas un mayor consenso, que se retire el proyecto y se vuelva al diálogo entre todas las partes.
A este respecto Antich aseguró: «Estoy manteniendo contactos con las instituciones de Eivissa sobre este tema y está claro que hay reformas que se tienen que hacer porque hay que cumplir ciertas normas de seguridad, como las que marcan las directrices de la Unión Europea. Además, me consta que hay alegaciones presentadas en el ministerio de Medio Ambiente que serán estudiadas».