Tienes que ir recto para poder encestar; gira la rueda derecha y te enderezas», explicaba Cristina Rodríguez, del Club Esportiu Can Cantó, durante el partido de baloncesto en silla de ruedas que dos parejas estaban disputando en el bulevard Abel Matutes con motivo de la fiesta Posa't al seu lloc, enmarcada en el programa de ocio alternativo Eivissa Underground, promovido por el Ayuntamiento de la ciudad. Muchos niños menores de 12 años se acercaron al espacio habilitado para esta actividad preguntando si podían participar: «Está dirigida a niños mayores de 12 años; juegan con el balón pequeño y la cesta de mini básquet porque si no les costaría mucho más». Mientras su hija Andrea jugaba un partidillo de baloncesto en silla de ruedas, María José Segarra opinó sobre esta iniciativa: «Me parece muy buena idea porque así los niños se dan cuenta de la suerte que tienen y se conciencian de la situación de las personas discapacitadas». En este sentido, asociaciones como Deforsam, Ibiza Mundo Activo, Cruz Roja, el club deportivo Can Cantó y s'Estaló promovieron diferentes actividades para concienciar a los jóvenes de todas las edades sobre la existencia y las dificultades de las personas discapacitadas. Una de las actividades que más éxito congregó durante toda la tarde fue el rocódromo. «Es una experiencia que recomiendo y que volvería a repetir; cuando no encuentras el punto de apoyo y te ves suspendida en el aire es un poco desesperante, pero por suerte te van guiando», explicó Ana Belén Alcoba, una joven que tras bajar del rocódromo afirmó estar «muy cansada, pero satisfecha por lo vivido».
El grupo Statuas d. Sal ofreció un concierto a cero decibelios a partir de las 21'00 horas que sólo se podía escuchar con unos auriculares habilitados para intentar concienciar a la gente sobre la discapacidad auditiva. l María José Real