Dos médicos, dos enfermeras, un celador y dos administrativas empezaron ayer a trabajar en el nuevo centro de salud de Vila que abrió sus puertas para el servicio de urgencias, la unidad de salud mental infantil juvenil y la unidad central de tramitación de tarjeta sanitaria. Esta primera jornada se desarrolló con normalidad. «No ha habido exceso de problemas, un poco movido pero sin grandes problemas pero la prueba de fuego será el día 25», aseguraba ayer el director de Atención Primaria, José Antonio Martínez, acerca del día en el que se pondrán en marcha las consultas de medicina de familia y las pediatría y se empezará con las citaciones de los pacientes asignados en este centro. No obstante, Martínez reconocía que «a efectos prácticos podría estar funcionando ya» puesto que el centro está listo. Las consultas de pediatría de Can Misses se trasladan a este nuevo centro por optimización del espacio y por organización. A las consultas ya existentes se suma una más y tres más de médico de familia.
Con el nuevo centro se ha ganado en espacio en el servicio de urgencia, aumentando los boxes de observación dos a tres y equipándolos con tomas de oxígeno, vacío y aire comprimido que no había en es Viver donde tenían que ir con botellas. En cuanto al personal, el refuerzo de un equipo hasta las 10 de la noche se prolonga hasta las doce con lo que a partir de esa hora queda sólo un médico y un enfermero para toda la noche. El director de Atención Primaria aseguró que la intención más adelante «es que haya dos equipos». El SUAP empieza a funcionar a partir de las 17 horas hasta las nueve de la mañana del día siguiente. Ayer, sin embargo, atendió a pacientes desde por la mañana, una decena, que acudieron al centro.
Otros de los servicios que ha ganado en espacio es la unidad de salud mental infantil y juvenil, que ni ayer ni hoy atendió pacientes, que estaba hasta ahora en Cas Serres. «Han mejorado en condiciones de trabajo», comenta el director mostrando la sala del hospital de día.