El Ayuntamiento de Santa Eulària tiene prácticamente listas sus nuevas normas subsidiarias, que sustituirán a las normas transitorias que tuvo que aprobar el Consell tras la anulación de la anterior normativa por los tribunales. Los planes del alcalde, Vicent Marí, son aprobarlas inicialmente antes del verano, cuando cuenten con los informes de medio ambiente. Según Marí, no habrá grandes diferencias entre las normas transitorias y las que se aprobarán ahora, porque los únicos cambios que se plantean son para delimitar terrenos para polideportivos, zonas verdes, escuelas, centros cívicos y equipamientos públicos en general. «Tenemos un plan general que se anuló, un PDSU también anulado y ahora nos regimos por unas normas transitorias que no tenían en cuenta las necesidades de equipamientos públicos, y lo que queremos es dotar de todos los servicios necesarios a todas las parroquias», explicó el primer edil, que indicó que se prevé un techo poblacional similar al actual, entre las 50 y las 60.000 personas.
Vicent Marí considera que las nuevas normas subsidiarias serán «un modelo para la isla», porque sólo contemplarán viviendas plurifamiliares (edificios) dentro de las áreas ya consolidadas y siempre en núcleos urbanos y «no prevé nuevas extensiones de terrenos para ampliación de suelo sino es para servicios de utilidad pública o para vivienda de protección oficial». Fuera de los núcleos ya existentes sólo se contemplará la construcción de viviendas unifamiliares aunque haya suelos urbanos. «No podrá haber edificios fuera de lo que son núcleos urbanos, es un criterio que pienso que es bastante restrictivo y muy coherente con nuestra filosofía y pienso que es un modelo de lo que debería hacerse en toda Eivissa», explicó Marí, que indicó que las normas transitorias ya contemplaban esta medida. Para el alcalde, quizás en sitios como Sant Josep hayan reducido edificabilidad, pero siguen dejando hacer plurifamiliares, aunque indicó que no quiere entrar en comparativas.
Otra de las características de estas normas es que se separa el uso residencial del turístico para no juntarlos en las mismas zonas. «No es conveniente mezclarlo porque una zona turística no tiene equipamientos, ni servicios, ni transporte; la población local mezclada con usos turísticos crea problemas, porque además tienen horarios diferentes», explicó el primer edil.
Uno de los puntos más polémicos del nuevo planeamiento es sin duda el caso de la urbanización de ses Torres, que actualmente está pendiente de un juicio en el que están imputados el ex alcalde y el ex teniente de alcalde.
Marí explicó que el nuevo equipo de gobierno seguirá manteniendo esta zona como urbana para construir unifamiliares. «Mantendremos aquello dejando constancia de que la situación es la que es porque nos someteremos a lo que salga de la resolución de los tribunales», expresó el alcalde, que confía, no obstante, en que la zona se mantendrá urbana. «No creo que sea desfavorable, pero tampoco entramos en ello».
El hecho de conservar este suelo urbano en las normas transitorias generó en su día grandes críticas, especialmente por parte del que ahora es conseller de Política territorial, Miquel Ramon, que consideró que era una «aberración urbanística jurídica».