ara estos dos artistas urbanos pasar del muro al lienzo ha sido todo un reto. Todo comenzó hace seis meses cuando volvieron a coger los sprays y se fueron a pintar juntos por las calles de Eivissa. «La verdad es que tenía ganas de hacer cuadros. Lo que ocurre es que nunca había coincidido con alguien con el que me compenetrara tan bien para poder hacer algo así», afirma Jerom sobre el tándem que forma con su colega Shine. Además se vieron apoyados y animados por su entorno y por las personas que dirigen la galería Sleepingcat.es, donde exponen su obra.
El recurso del desnudo, lejos de ser un gancho visual, tiene un clara justificación creativa. Ellos querían hacer graffiti como si de un muro se tratase, sin utilizar más que los sprays. «Hay muchos artistas de graffiti que utilizan otras herramientas o técnicas, como el pincel, rotuladores, que aunque lo respetamos, nosotros quisimos desnudarlo un poco, es decir, no utilizar otras técnicas y enfocarlo como graffiti de calle, igual que si pintáramos en un muro», explica Shine. Jerom matiza: «Salió lo de pintar al desnudo ya que es pintar con nada más que el spray». Y «que hay más bonito que el cuerpo de una mujer», afirma Shine entre risas.
Quieren mantener la esencia de este arte nacido en la calle y lo han conseguido. La entrada del pasaje donde está la galería es un enorme muro que les sirve de cartel de la exposición sin alejarse de sus raíces. Ahora están más animados que nunca para hacer nuevos proyectos e incluso tienen alguna oferta de adquisición de alguna de sus obras, que si consiguen vender aseguran que destinarán el dinero a seguir con su pasión que no es otra que hacer graffiti. Natalia Salazar