Los jefes de la oposición del Consell y el Ayuntamiento de Eivissa, Pere Palau y Virtudes Marí exigieron ayer a Xico Tarrés y a Lurdes Costa que «pidan perdón» por el «engaño» que ha supuesto el retraso en la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que comenzó a tramitarse hace casi seis años. Mientras, según Marí, «se han seguido dando licencias, se han seguido haciendo convenios urbanísticos y la ciudad se ha caracterizado por un urbanismo a la carta porque han firmado convenios con unos sí y con otros no y sobre todo han dado licencias una y otra vez». Los populares consideran que la paralización del PGOU propuesta por el Consell para subsanar deficiencias demuestra que Vila es «incapaz» de aprobar su planeamiento y se preguntarán de qué servirá el plan si ya está «todo construido».
La portavoz de la oposición en Vila aseguró que la comisión de urbanismo del Consell ha remitido un listado de 74 páginas de deficiencias del PGOU, en el que hay «43 artículos de normas urbanísticas incumplidas». «Políticamente es un castigo muy duro, el plan se ha tramitado muy mal por parte de Vila», explicó Marí, que asegura que si a ella le hubiera pasado esto se iría «a casa». La popular recordó que en su día advirtió de que el equipo redactor del nuevo plan urbanístico era «incompetente» por no tener experiencia, ya que sólo habían hecho las normas de un pequeño pueblo de Mallorca. También en 2006 les pidió que volvieran a exponer públicamente el PGOU, algo que se hará «con dos años de retraso».
Según Marí, ha quedado demostrado que a los gobernantes de Vila no les interesaba aprobar el nuevo plan porque así han podido ingresar «millones de euros cada año» gracias a seguir aplicando el PGOU del 87, que permitía edificios de ocho alturas y era mucho menos restrictivo que el que se está tramitando.
El portavoz del PP en el Consell, Pere Palau, recordó que la izquierda incluso le acusó de «prevaricar» cuando presidía la institución por no aprobar el plan urbanístico. «Nosotros siempre hemos obrado de buena fe y ahora se ha demostrado», explicó Palau, que acusó a Tarrés de usar el victimismo y la confrontación para obtener un rédito político. «Ellos mintieron, que es lo más grave que puede hacer un político y por eso deberían asumir responsabilidades», añadió el dirigente popular, que recuerda que la comisión de urbanismo que ha paralizado el PGOU y le ha encontrado defectos está formada por técnicos y ecologistas.
Los populares denunciaron que desde que se decidió revisar el plan general, en 2002, se han construido 3.360 viviendas más. Según figura en el documento de la comisión insular de urbanismo del Consell, en el año 2000 existían 19.000 viviendas en el municipio. Entre 2000 y 2005 se construyeron 2.690 más y en 2006 670 más. Esto representa casi 10.000 habitantes más, a falta de los datos correspondientes de 2007. Los populares calificaron la actuación de Vila de «fracaso» por el gran crecimiento que ha sufrido la ciudad.
Entre el listado de deficiencias que entregó el Consell a Vila está que los terrenos del parque ferial, del hospital Can Misses y su ampliación estaban clasificados como urbanizables sin plan parcial aprobado. Además, las UA Marenostrum, Cas Mut y Sa Joveria y los equipamientos de Blanca Dona estaban calificados como rústicos. Tampoco se había marcado la depuradora ni que sa Graduada está protegida.