La sala DC-10, ubicada en las inmediaciones de Sant Jordi, mantiene en estos momentos cinco expedientes abiertos en el Ayuntamiento de Sant Josep por supuestas vulneraciones de diferentes normativas municipales, informaron fuentes del Consistorio. De finalizar la tramitación de los casos con una resolución en contra de la discoteca, además de poder recibir sanciones económicas de diferente cuantía, la instalación podría ser obligada a cerrar durante dos años.
El DC-10 fue uno de los tres locales que el verano pasado fue cerrado por orden de la Dirección Insular de la Administración General del Estado en las Pitiüses por haber tolerado el consumo y venta de estupefacientes en su interior.
Pero además de este problema con la representación del Ejecutivo central en las islas, la discoteca ha sido objeto anteriormente de la apertura de otros procesos sancionadores ante el Ayuntamiento de Sant Josep. En la actualidad, dicho consistorio está instruyendo todavía cinco expedientes sancionadores por presuntas infracciones de la sala.
Dos de los procesos se han iniciado por un presunto exceso de aforo y son las actuaciones que podrían finalizar con la imposición de un año de cierre cada uno.
El pasado verano, el alcalde Josep Marí Ribas, anunció que se había iniciado un expediente por este mismo motivo y dijo que se actuaría «dentro de la legalidad» pero «con la contundencia de quien tiene la razón» y de que, las supuestas infracciones imputadas a la dirección de la sala, «tendrían consecuencias».
También el pasado verano, el entonces director insular del Estado, José Manuel Bar, pidió mano dura al consistorio y lamentó que «con una licencia para un máximo de 65 personas, albergue hasta 3.000».
Otros dos de los expedientes que siguen vivos en la administración de Sant Josep obedecen a vulneraciones del volumen de la música, mientras que otro más fue incoado a raíz de la supuesta realización en el interior del DC-10 de una actividad para la que no tenía licencia, explicaron fuentes del Consistorio. De finalizar los procesos con una resolución en contra de la discoteca, las sanciones que se le podrían imponer por cada uno de estos procesos son únicamente de tipo económico.
Fuentes municipales explicaron que no tienen prevista ninguna medida especial respecto al DC-10 para este verano sino que «se mantendrá la vigilancia sobre este local y otros del municipio para ver si respetan las ordenanzas y, en caso de no hacerlo, obrar en consecuencia y siempre dentro de los márgenes de la ley». DC-10 organizó en marzo tres fiestas y tiene prevista otra más el 1 de mayo, si bien la de apertura de Circoloco, su sesión insignia, está fijada para el 2 de junio, según el calendario que se puede consultar a través de la web oficial.