El gerente de la UTE Accesos Ibiza, Matías Arrom Queglas, aseguró ayer que llegó a un acuerdo verbal con los responsables de Empresas Matutes para proporcionarles tierras procedentes de la autovía al aeropuerto para construir el campo de golf. De esta forma, ambas partes se ahorraban «millones de euros». El gerente de la UTE realizó estas afirmaciones ante la magistrada del Juzgado de Primera Instancia nº 4, donde se celebró un juicio civil en el que Empresas Matutes solicitó una millonaria indemnización a la empresa constructora de la autovía por no haber retirado las tierras.
Este acuerdo verbal, siempre según Arrom, se habría producido antes de empezar las obras e incluso recibieron planos para saber cómo tenían que extender la tierra en función de cómo se iba a desarrollar el proyecto de campo de golf. Así se hizo entre septiembre de 2005 y octubre de 2006, pero según Arrom el acuerdo se rompió después de las numerosas denuncias de ecologistas y de los artículos en prensa denunciando esa situación. Según la UTE, en la negociación de ese acuerdo verbal estuvo Antonio Matutes.
Fue entonces cuando Fiesta Hotels empezó a enviar requerimientos a la UTE para que retirara las tierras. Pero según el gerente de la constructora de la autovía incluso entonces les pidieron vía carta que dejaran 200.000 metros cúbicos de material. «Ellos siguieron consintiendo que tiráramos la tierra», explicó Arrom, que indicó que ni les pararon los camiones ni pusieron reparo a su actividad, tampoco desde el Govern balear. En el terreno se llegaron a verter 650.000 metros cúbicos de tierra, aunque se han dejado 350.000, «lo que estaba acordado con Fiesta». Desde la UTE indicaron también que es fácilmente demostrable que se trata de un vertido definitivo y no provisional, porque la tierra se extendió mucho y si hubiera sido un acopio temporal se habrían hecho montañas de más altura.
Este acuerdo era «beneficioso» para ambas partes, según el gerente de la UTE, porque ellos se ahorraban los costes de llevar la tierra al vertedero y Fiesta se evitaba comprarla. De hecho, el gerente calculó que deshacer la tierra que hay allí les costaría 2,7 millones de euros y provocaría que la obra de la carretera se convirtiera «en una ruina».
Durante las conclusiones finales, el letrado de Fiesta Hotels recordó que interpusieron la demanda para que la UTE retirara las tierras, algo que no concuerda con la presunta existencia de un acuerdo, del que no hay documento escrito. También indicó que las tierras «se regalaban» y que se decidió dejar ahí el material durante el verano para no entorpecer el tráfico con camiones. Alegó además que existen escritos de la UTE a Aviación Civil en las que se decía que el vertido de tierra era provisional y recordó que la tierra «no hacía falta» para el golf.
El letrado de la UTE recordó que en el proyecto del golf se dice que «necesita» 398.000 m de tierra. «Qué decir de las cartas en las que fingían que pedían la retirada de la tierra y les solicitaban que dejasen 200.000 más», expresó el abogado, que indicó que Matutes no es una entidad «benemérita» que renuncia a cobrar tres millones para que se dejen ahí las tierras y no consigue beneficio.
Desde la UTE recuerdan que en noviembre enviaron una carta al Govern para saber en qué han incumplido la normativa respecto a las tierras y todavía no les han contestado.
El diseñador del campo de golf que proyecta Fiesta hotels, Marco Martín, explicó ante la juez que no era necesario hacer ningún aporte adicional de tierra. Martín ha hecho ocho proyectos del campo sin tierra adicional y sólo el último, que es el que se está tramitando, incluía un aporte de 400.000 m3 de tierra procedentes de la autovía. Según Martín, hicieron el proyecto contando con esa cantidad extra de tierra porque así lo quiso Fiesta, aunque «tiene desventajas» como el incremento del coste. Cuando el abogado de la UTE le preguntó que por qué en el proyecto del golf se dice hasta 22 veces que la zona es «deficitaria en tierras», el diseñador reiteró que podría haber hecho el proyecto sin esas tierras, aunque reconoció que es una ventaja para construir los lagos. Martín explicó que desde Fiesta les dijeron que incluyeran las tierras para «evitar el mal mayor» de transportarlas al vertedero durante el verano. También explicó que en el proyecto no se incluye partida para comprar tierras porque «se supone» que todo era de Empresas Matutes. Asimismo dio instrucciones de cómo extender la tierra para «no tener que hacer el trabajo dos veces».
José Morey, que fue funcionario de la Conselleria y director de obras de la autovía al aeropuerto, explicó ayer que en el proyecto se estableció que la tierra se depositara en un vertedero y que nunca vio un papel oficial sobre el presunto acuerdo entre Matutes y la UTE. «Creo que la dirección de obras nunca se quiso meter en estos temas», explicó Morey. Cuando el abogado de la UTE le preguntó si había oído que las tierras se emplearían para un campo de golf, Morey expresó que era algo que «se oía y se decía» pero no le constaba oficialmente. Este funcionario también consideró que aún sería posible que las tierras pudieran dejarse en los terrenos de Matutes si se hiciera un modificado del proyecto que así lo contemplara. Otro funcionario del Govern e ingeniero, Carlos Garau, ha realizado un peritaje y aseguró que el vertido de tierra «coincide sustancialmente» con el terreno donde se iba a ubicar el golf. También indicó que la UTE Accesos Ibiza fue la única oferta aceptada por el Govern porque era la única que incluía excavaciones, ya que las demás proponían hacer la carretera a nivel superficial. «La hipótesis más lógica es qeu la UTE era la única que había llegado a un acuerdo para verter las tierras y era más competitiva en precio».