E
l club de policías motoristas Àngeles Guardianes de Eivissa organizó ayer la segunda vuelta a la isla en la que han participado aficionados y amantes de toda España. Motos de todos los estilos y cilindradas se concentraron en el Ibiza Club de Campo en Can Bellotera para hacer un recorrido sobre dos ruedas y conocer mejor la zona norte. Antes de las tres de la tarde comenzaban a llegar al Club de Campo motos de lo más variopintas, algunas de gran cilindrada, otras personalizadas y tuneadas hasta parecer casi un cuadro. Había motos que costaban desde 3.000 euros y algunas hasta los 40.000, y es que los amantes de estos vehículos tienen una afición enorme. Entre todas las motos de mayor potencia como la famosa Goldwing, BMW, las Harley Dadvison o las deportivas de gran cilindrada, llamaban la atención varias Vespas de colores que no superaban los 200 centímetros cúbicos de cilindrada. Todas pertenecían a los miembros del Club de la Vespa de Ibiza, quienes participaban por segunda vez en la vuelta.
La señal que anunciaba que el tour estaba a punto de comenzar, fue ver a los casi 800 asistentes como se colocaban los cascos, inmediatamente después comenzaba el concierto de los motores y bocinas.