GULLERMO ROMANÍ
El conseller d'Infraestructures de Formentera, Bartolo Ferrer, afirmó que las obras relativas al Plan de Regadío con aguas residuales depuradas y desaladas procedentes de la EDAR de Formentera «avanzan al ritmo normal de este tipo de trabajo y por el momento se puede decir que se están cumpliendo los plazos previstos». Asimismo el conseller señaló que «las conducciones en diversos puntos de la isla como pueda ser en es Cap de Barbaria, o hacia la Mola, aunque no llegan a es Caló (se quedan en ses Clotades) siguen progresando y que, aparentemente, «no hay cuestiones que impidan que esta gran tarea finalice en sus plazos previstos».
Esta compleja infraestructura tiene por objeto «distribuir agua a los miembros de la Comunidad de Regantes a quienes se instalará en cada una de las parcelas peticionarias de agua una boca de riego», dijo Bartolo Ferrer que, sin embargo, precisó que no se trata de un asunto totalmente cerrado ya que «ello no impide que una vez finalizado el proyecto, si hay más peticiones se puedan estudiar e instalar más bocas de riego en otras parcelas que hasta la fecha no lo han solicitado».
Ferrer señaló que en el caso del Camí Vell de la Mola, en su tramo desde la desaladora hasta casi es Caló, ya se han soterrado las tuberías para llevar agua potable y para evacuar las aguas negras de la Mola, mientras que desde la desaladora hasta la depuradora se ha enterrado la tubería de aguas fecales. En este sentido señaló que ambos tramos deberán volverse a abrir para pasar las conducciones de agua depurada mediante sistema terciario para aprovechamiento agrícola, trabajos que se harán en el mes de octubre, paralelamente al arreglo de dichos caminos, a costa del ministerio de Agricultura.
Por otra parte, cabe destacar que la utilización de aguas residuales tras su posterior depuración terciaria y desalinización es un macroproyecto que supone una inversión superior a los 8 millones de euros y que está financiada básicamente por la Unión Europea y el Gobierno Central ya que la aportación del Govern se limitó a la compra de la finca en la que se realizará la actuación. Este espacio, que mide 49.101m2 y cuyo precio de compra fue de 262.664?, albergará una balsa reguladora con una capacidad de 87.000m3, pero cuyos trabajos no estarán finalizados hasta principios de 2010 ya que las previsiones van de 24 a 30 meses, desde su inicio, en diciembre de 2007.
La inversión afectará a un total de 114 hectáreas correspondientes a unos 70 integrantes de la Comunidad de Regantes y tiene unos beneficios, según el Ministerio de Agricultura «en el impulso del desarrollo rural decisivos para el futuro de la isla y su reserva marina a pesar de su alto coste debido en gran parte a su triple insularidad» dijo en su día Francisco Amarillo, director general de Desarrollo Rural del Gobierno Central. En este sentido, desde el Ministerio se subrayó que «es una obra pionera dentro del estado español ya que la depuración terciaria se utiliza en muchos ámbitos pero nunca hasta ahora se le había sumado la posterior desalinización para su reutilización agrícola, y es que desde el punto de vista medioambiental se trata de 'cerrar el ciclo del agua' aprovechando unas aguas con un coste de depuración elevado y que actualmente se vierten al mar afectando a la Reserva Marina des Freus».