El conflicto entre el transporte pirata y los taxistas de la isla se agravó en la madrugada del jueves provocando dos bloqueos por parte de decenas conductores del taxi: uno en el acceso al aeropuerto y otro, más tarde, en la discoteca Amnesia. Ambos causaron la presencia de la Guardia Civil y de las policías locales de Sant Josep y Sant Antoni para evitar que se registraran incidentes.
Según el relato del presidente de la asociación de taxistas de Sant Josep, Toni Riera, los hechos comenzaron en el aeropuerto sobre las tres de la mañana con una pelea entre un taxista y un 'pirata', después de que éste le sacara los clientes al transportista oficial. Esta acción desató una convocatoria espontánea a través de la emisora de radio taxi a todos los taxistas de la isla que provocó la llegada de decenas de vehículos que decidieron bloquear el acceso al aeropuerto durante más de una hora en señal de protesta. «Fue una cosa espontánea, la gente dijo 'hasta aquí hemos llegado'», aseguró Riera, que señaló que este bloqueo provocó un colapso en el tráfico que impidió acceder al aeropuerto a otros taxis y a autobuses, aunque sí permitió la entrada de particulares por otra la vía más cercana al aparcamiento.
Gran tensión
A su llegada, la Guardia Civil y la Policía Local de Sant Josep pudieron comprobar que había «bastante nerviosismo entre los taxistas», según la concejala de Policía, Paquita Ribas, aunque pudieron disolver el bloqueo sin incidentes. «Los taxistas señalaron a la policía varios coches que estaban allí y los identificaron como taxis piratas, por lo que los agentes tomaron nota. De todos los coches la policía pudo comprobar que uno era un supuesto taxi pirata por lo que se le levantó una denuncia», explicó Ribas, que destacó la dificultad a la que se enfrentan los agentes para comprobar que son conductores ilegales. Sin embargo, señaló, se intensificará la vigilancia policial en el aeropuerto.
Pero la noche de protesta no terminó ahí. Continuó poco después de las cuatro de la mañana en Amnesia, con la presencia de unos 70 taxis que bloquearon los accesos y salidas del club. Allí se personaron la Policía Local de Sant Antoni y la Guardia Civil, debido a que el bloqueo rodeaba toda la discoteca y llegaba hasta la misma carretera.
Según el concejal de Gobernación de Sant Antoni, José Ramón Serra Pilot, esta nueva protesta hizo que los autobuses de línea «debieran realizar sus paradas habituales fuera de los lugares habituales con el consiguiente peligro para las personas». En el informe policial quedó registrado que los taxistas abandonaron paulatinamente su protesta «sin incidentes».