iecisiete kilómetros es la distancia que separa la solidaridad de la indiferencia y son también los kilómetros recorridos por más de setenta personas que participaron ayer en la primera etapa de la sexta edición de la Ruta Solidaria.
El día lució espléndido y durante el recorrido los participantes gozaron de unas vistas espectaculares ya que la caminata tenía su inicio en ses Roques Altes. De allí los senderistas, entre los que había personas de todas la edades, se dirigieron a la Talaia de Sant Josep para descender después hacia el pueblo y luego dirigirse hacia el punto final del recorrido, Sant Antoni. «Se trata del recorrido más complicado ya que tiene muchas subidas y son 17 kilómetros andando», comentó Joan Cardona, uno de los participantes y también organizador de esta iniciativa. «En esta etapa, por su dificultad, participa menos gente que en la del domingo. Además, hay muchas personas que trabajan los sábados», añadió.
Cada participante al inscribirse paga una cuota de 5 euros. Para conseguir significativas cantidades destinadas a la financiación del aula multisensorial para los discapacitados, cada participante busca alguna empresa o entidad que patrocine su caminata. Las cantidades varían mucho desde 50 euros hasta varios miles de euros. «El año pasado una empresa donó 3.000 euros. En esta ocasión hay una empresa que ha aportado 500 euros. Muchos se escudan en la crisis pero no podemos quejarnos tenemos muchos apoyos», comentó Joan Cardona. «La mayoría de los que participan vienen exclusivamente por que se trata un recorrido solidario. Además, viene gente de todas las edades. Hay niños, la más pequeña tiene 9 años y la persona más mayor tiene unos 63», comentó acerca de la variedad de los senderistas que participaron. Sobre las dos de la tarde la Ruta Solidaria llegó a Sant Antoni con la misión cumplida. N. S.
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