A
l comenzar la sesión en el salón de plenos del consistorio de Vila, la alcaldesa Lurdes Costa explicaba a los escolares, convertidos en vocales y concejales por un día, cómo funcionan las reuniones dónde se deciden los temas que atañen a la ciudad de Eivissa. Tras la breve introducción pero con algo más de media hora de retraso comenzaba ayer el pleno infantil convocado por el Ayuntamiento de Eivissa en el que participaron setenta escolares de sexto de primaria de los centros Sa Graduada, Can Misses, Portal Nou, Cas Serres, Sa Real, Sa Bodega, Can Cantó y la Consolación.
El tema no era otro que la insularidad. «¿Nos influye mucho vivir en una isla?» Con esta cuestión se abría la sesión plenaria más joven de la semana. Antes de que Lurdes Costa acabase de plantear la cuestión los jóvenes ediles ya tenía levantada la mano para hacer su peculiar intervención. En cuanto a las desventajas de la insularidad, la mayoría de las intervenciones coincidían en que los transportes hacia la península son poco frecuentes durante el invierno. Qué se debe mejorar la red de autobuses para que «pasen más a menudo» y que las conexiones con otras islas deberían ser más frecuentes y «más baratas». Otro de los niños apuntaba sobre la sanidad pública «aquí es diferente, hay una lista de espera muy grande y por ejemplo no tenemos radioterapia», en un golpe de madurez inusual en un niño de 11 años. El tema de los estudios parecía ser otra de las cuestiones que despertó aún más la participación. «Estudiar fuera tiene desventajas pero también conoces mundo y a otras personas», apuntaba uno de los pequeños. En cuanto a las ventajas que tiene residir en una isla destacaron sobre todo, cuestiones como la calidad de vida, el carácter tranquilo de los ibicencos y la belleza de sus playas.
Al finalizar el pleno, se les propuso a los escolares que enumeraran algunas inquietudes que pudieran servir de tema de debate para el pleno del próximo trimestre. ¿Estará relacionada con el ocio o con los deportes? N. Salazar