El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Eivissa, Vicent Torres, aseguró ayer que el cierre de los aparcamientos disuasorios de es Pratet «es una manera de chantajear y perjudicar al Ayuntamiento aunque al final se perjudique a la gente del municipio». «Si quieren cerrar los solares para proceder a ejecución del proyecto de urbanización están en su derecho pero como no tienen proyecto de urbanización el cierre de estos aparcamientos solamente responde a la voluntad de presionar al Ayuntamiento para edificar en base a un proyecto que les permite más edificación», explicó Torres, quien destacó que la medida tomada por los propietarios se debe a que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) reduce «bastante» la edificabilidad en esta zona, por lo que podrán construir menos que lo preveía el anterior ordenamiento urbanístico, de 1987.
Torres no pudo precisar ayer en cuánto se reduce la edificabilidad para los dueños de los solares de es Pratet, que además quieren que se respete un proyecto de parcelación que realizaron en 1991. Sin embargo, este proyecto tampoco tuvo el visto bueno del Consistorio en su momento, según destacó el edil, y quedó «en proceso de aprobación». «En aquel momento se le pidieron subsanaciones que no hicieron», agregó Torres.
En cuanto al aviso que recibió el Consistorio el pasado 1 de septiembre sobre el inminente cierre de los aparcamientos, el concejal de Urbanismo explicó que si el Consistorio no actuó antes en este sentido fue porque los propietarios comunicaron la clausura de los disuasorios «pensando que podrían ejecutar el proyecto del año 91, pero el Ayuntamiento lo denegó». «Entonces nosotros no actuamos porque al denegarles el proyecto de urbanización pensamos que tácitamente se prorrogaría el acuerdo de los aparcamientos hasta que pudieran urbanizar», destacó Torres, que afirmó no entender «la necesidad que tienen de cerrar los terrenos si todavía no pueden urbanizar». «Es únicamente para presionar al Ayuntamiento», reiteró.
El concejal aseguró que «el Ayuntamiento hará todo lo que esté en su mano para solucionar este problema». «En los próximos días se darán soluciones alternativas, tanto en el sentido de que se puedan volver a utilizar los aparcamientos como otras alternativas que propondremos. Lo intentaremos de toda las maneras posibles», destacó Torres, quien señaló que desde el Consistorio siempre están abiertos al diálogo con los propietarios. «Lo que pasa es que es muy difícil dialogar cuando de la otra parte los planteamientos siempre son de máximos», concluyó.
A pesar de que los propietarios aseguraron que el cierre definitivo sería después de las fiestas, ayer se pudieron ver nuevos cierres completos. Uno de ellos, en uno de los aparcamientos ubicados en la calle Diputado José Ribas, y otro, junto a la antigua Plaza de Toros. Allí, no faltaron conductores con problemas para retirar sus vehículos atrapados por las piedras. El disuasorio ubicado junto a Talleres Paco, en dirección a Vila, sigue cerrado a cal y canto.