«Ha sido el año de las oportunidades perdidas, el año de las grandes indecisiones y de las inversiones fantasma. La promoción turística, la reordenación del puerto, la incertidumbre en relación con el inicio de las obras del futuro hospital y una insuficiente financiación son sólo un ejemplo que sirve para demostrar que continuamos teniendo absoluta dependencia de un gobierno centralista con sede en Mallorca, a quien Tarrés no es capaz de reivindicar ni siquiera lo que es justo», aseguró ayer el presidente del PP pitiuso, Miquel Jerez, en su balance de 2008.
Jerez insistió en que «las coincidencias políticas de los gobiernos de Tarrés y de Antich han producido el efecto contrario al esperado». «En lugar de lograr una perfecta sintonía para que las inversiones llegasen a Eivissa, hemos consentido que un Govern, compuesto por un variado surtido de partidos, barriera para casa. Ahora estamos pagando la generosidad de Tarrés, un espléndido amigo. Es como si nos dejamos robar la cartera, sabemos quién lo ha hecho y además le damos la razón», ironizó.
El PP mostró su desconfianza en que el «Gobierno compuesto» pueda «superar una situación de crisis generalizada que destruye diariamente puestos de trabajo, causa desconfianza en el verdadero generador de empleo que es el sector turístico y que amenaza con agudizarse si no se combate con fuerte inversión pública que permita reactivar el sector productivo». En este sentido, para Miquel Jerez, «las ayudas del plan Zapatero a las corporaciones locales sirven para generar sólo una sensación. Con ello, no se combate definitivamente una situación generalizada de dificultad laboral que afecta especialmente a las economías domésticas más frágiles y es necesario inyectar motivación y confianza al pequeño comercio en particular y al sector empresarial en general, invirtiendo en iniciativas solventes, de futuro, que posibiliten la creación de riqueza y puestos de trabajo». En este sentido, Jerez señaló que «hoy en día, el sector turístico ha perdido fe, seguridad y convicción en sus verdaderas posibilidades, pues la crisis económica y la precaria defensa institucional de nuestro principal activo, el turismo, han sembrado incertidumbre respecto a la próxima temporada».
El presidente popular mostró su preocupación por la Sanidad pública manifestando que «sería deseable acortar y reducir los plazos previstos para la construcción del nuevo centro hospitalario», con el fin de compensar «el retraso que ha sufrido la negociación para la cesión de los terrenos donde se construirá». «Del mismo modo sería razonable que se diera a conocer, de una vez por todas, el plan de usos del futuro hospital y certificar las nuevas especialidades que incluirá, en particular saber si se creará la necesaria unidad de radioterapia que el Govern se niega todavía a confirmar».
En relación con el turismo, indicó que «no se puede seguir maltratando al sector de la forma en que lo ha hecho este Govern, con la complicidad del Consell ibicenco» al entender que hay una «negativa a dotar económicamente al Consell de Eivissa con una financiación justa». «En política, para conseguir las cosas hay que ser beligerantes y combativos, actitudes todas ellas desconocidas en Xico Tarrés», sentenció. En materia de transportes, calificó de «inoperante» la política de movilidad impulsada por el Govern, que se demuestra en una reducción y transformación de la programación aérea de las compañías.
El nuevo líder del PP también apuntó en su balance hacia «la precariedad de determinadas instalaciones», que, a su juicio, requieren «de un esfuerzo extraordinario por parte de las instituciones gobernadas por la coalición PSOE-ExC, de tal modo que se ponga fin a tantos años de olvido y abandono». «Ni debemos resignarnos a seguir manteniendo un edificio judicial indecente, ni una comisaría de policía todavía en peor estado. Las administraciones implicadas, Ayuntamiento de Eivissa, Consell, Govern y Gobierno de España, lo tienen todo en su mano para conseguir mejores equipamientos». «Mención aparte merece la ampliación y reordenación del puerto de Vila, una solución también inaplazable, larvada por las diferencias políticas entre socios de gobierno que tienen en vilo a la Autoritat Portuària, y tienen a la espera a la ciudadanía entera».
Jerez se refirió a los casos de corrupción destapados en Balears como «una lacra que compromete seriamente la reputación de todos los partidos políticos». Así, recordó que en ellos hay «miembros de distintas formaciones políticas (PP, PSOE y UM)». «Por fortuna, todos estos casos están siendo investigados por la justicia, única responsable de determinar el grado de responsabilidad que a cada uno corresponda asumir y, dependiendo de ese preciso resultado, los partidos políticos deberemos actuar con firmeza y decisión si se demuestra que alguien ha transgredido la ley y ha actuado valiéndose de una posición privilegiada en beneficio propio», concluyó.