C. R
La portavoz del grupo municipal de PSOE-ExC de Sant Antoni, Laura Carrascosa, considera una «barbaridad» que el Ayuntamiento quiera convertir en urbanos los suelos de Punta Galera, Cala Salada y Cap Negret. «Son zonas que han crecido como setas al lado del mar sin respetar el deslinde de Costas», dijo Carrascosa, que cree que estos núcleos de casas no pueden tener la catalogación de urbanos. Además, denuncia que en la memoria del avance del nuevo planeamiento se les exonera de conectarse a la red de alcantarillado. En concreto se excluye a Loma Pinar, Can Germà y Punta Galera. «Esto permitirá tener fosa sépticas, agujeros justo al lado del mar, y nosotros pensamos que si se hace un urbano se debe hacer con todas las garantías de salubridad y con todas las consecuencias, tal y como se hace en otros núcleos urbanos», expresó Carrascosa, que sí ve bien la conversión en suelo urbano de Can Llaudis o de Can Tomàs, dos barrios cercanos a la carretera. «En su día la disciplina urbanística no se ejerció como se debía y ahora no queda más remedio que reconocer estas zonas y dotarlas de servicios», añadió la portavoz municipal.
En cuanto a ses Variades, Carrascosa recuerda que hay una sentencia que «no permite que se construya». «El alcalde dice que el fallo judicial les deja la posibilidad de convertir en urbanas aquellas partes en las que se justifique la presencia de infraestructuras suficientes para construir, pero nosotros pensamos que no se puede justificar y no estamos de acuerdo», añadió la portavoz progresista, que ve excesivo también que el equipo de gobierno plasme en el avance más de una veintena de núcleos rurales. Se trata de una figura que contempla el Plan Territorial Insular y que sirve para legalizar y dar una serie de servicios a conjuntos de casas en suelo rústico. «El núcleo rural tiene un difícil desarrollo porque la normativa contempla que los propietarios se tienen que constituir en una comunidad y esto ya es un obstáculo porque son ellos después los que tienen que promover la canalización y las aceras», añadió la progresista, que criticó que un exceso de núcleos rurales contribuirá a elevar al construcción en suelo rústico. En algunos casos sí que lo ven bien, por ejemplo en Ca na Valenciana en Benimussa. «Es una zona en el campo en la que hay muchas casas en la que vive gente todo el año y necesitan servicios», concluyó.
El Ayuntamiento contempla en su avance de planeamiento crear más suelo industrial en ses Païsses. «Al principio estuvimos en contra, porque ya se habían permitido construir viviendas que ya no cumplían la distancia mínima del polígono», expresó Carrascosa, quien reconoce que hace falta suelo industrial. «Primero tenemos que ver el alcance que tiene, si se coloca cercano a viviendas y si tiene una buena salida hacia la carretera, porque no puede ser que los camiones pasen por dentro del barrio», añadió.
Por otro lado, la portavoz lamentó que las VPO que va a construir el Ibavi en esta zona estén sujetas al desarrollo urbanístico de la zona. «Esperemos que no se retrase mucho».