A las ocho de la mañana de tal día como hoy hace ocho años un enorme ruido, como si de una explosión se tratara, sobresaltó a los vecinos de Ca n'Escandell. Se había producido el derrumbe del edificio de Viajes Barceló que se encontraba en obras. A consecuencia del desplome el edificio colindante quedó afectado. Las ocho viviendas y los tres locales comerciales que albergaba el inmueble quedaron precintados y los vecinos tuvieron que buscarse otro sitio donde vivir.
Ocho años después, los afectados no han tenido ninguna noticia de la justicia, no han percibido ninguna indemnización y siguen esperando conocer la fecha para el primer juicio, según informó ayer Rosario Moreno, afectada por el derrumbe. «Estamos como el primer día. No hemos adelantado nada. En mi caso sigo pagando la hipoteca de aquel piso, la del piso nuevo y una tercera porque mi suegra tuvo que hipotecar su casa para poderla dar la entrada en el piso nuevo», dijo Moreno.
Dos de los afectados, anunciaron recientemente que iban a empezar esta misma mañana y, con motivo del octavo aniversario del derrumbe, una huelga de hambre en la puerta de los juzgados de Eivissa.
Uno de ellos vendrá desde la Península ya que tuvo que abandonar la isla tras el desplome del edificio de Viajes Barceló por falta de recursos económicos.
El abogado de Rosario Moreno, Jose Antonio Prats, informó de que el pasado 24 de septiembre presentó una queja a la Inspección de Tribunales por el retraso tan grande que lleva el caso y aseguró que tampoco han tenido ninguna noticia de la queja.
Rosario Moreno, en su acusación particular, reclama una indemnización de 335.475 euros por la pérdida de su vivienda. Y su madre, que también tenía un piso en el edificio afectado, solicita 380.478 euros. En total fueron ocho viviendas, tres locales comerciales y cinco coches las propiedades afectadas por el derrumbe del edificio de Viajes Barceló que tuvo lugar el 27 de enero de 2001.