Los tópicos culturales sobre olores y sabores se mezclan con el absurdo y cierto humor negro en el espectáculo que ofrece Frank Castro en el Vermell Café a partir de las 22'30 horas: «El espectáculo 1.000 sabores y (D) Olores es una sorpresa que no tiene fin. Lo que pretendo es que el público se lo pase bien, que interactúe conmigo y que guarde un buen recuerdo de mi actuación».
Castro intenta en sus actuaciones alejarse de las performances más típicas que sólo se quedan en el teatro: «Hago humor y pongo música para representar las escenas». Así, su principal objetivo es reflejar tópicos culturales de manera graciosa: «Por ejemplo, en España se come mucho ajo, pero en los países nórdicos no se tiene por costumbre. El queso de Francia también sería otro ejemplo». Además de comida, en su actuación también aparecerán olores de la naturaleza o perfumes femeninos o masculinos: «Las hierbas aromáticas o el incienso», puntualiza.
Frank Castro ha llevado este espectáculo por 37 países, por ejemplo, Suiza, Venezuela, Senegal y Berlín.
María José Real