El presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, reiteró ayer que la institución escuchará todas las peticiones acerca del proyecto del carril bici de Sant Miquel que ha levantado quejas entre los afectados a las que se ha sumado el PP, que votó inicialmente a favor del proyecto pero ahora defiende un proyecto alternativo. «Que hagan lo que crean que tiene que hacer. El PP sabe cuál es su modelo de carreteras y nosotros tenemos otro modelo pero también tenemos otro modo de hacerlo», dijo ayer el presidente. Tarrés aseguró que se atenderán «las solicitudes y opiniones del PP y las que tengan los particulares que puedan estar afectados».
El presidente mantiene que el proyecto presentado es «razonable, con un carril bici, que pensamos que le agradaría la mayoría pero ahora nos encontramos con vecinos que nos dicen que les coge demasiado trozo de terreno; no estamos inmóviles, estudiaremos cada caso y por donde se pueda mejorar el proyecto lo haremos». Añadió, con cierta sorna, «si hay alguno que no está afectado pero nos dice que el carril bici tiene que ser de licor del polo, lo haremos, no hay ningún problema». De cualquier modo, el presidente del Consell mantuvo que «lo que se quiere es escuchar a la gente y mejorar la movilidad de la isla».
Durante esta semanas ha habido una reunión de los vecinos afectados con el conseller de Mobilitat, Albert Prats, que escuchó las peticiones y que había varias posibilidades para arreglar los problemas como estrechar el carril bici para ganar más espacio e incluso la posibilidad de desviar pero que no se va tocar ninguna casa para hacer el carril bici proyectado para la carretera de Sant Miquel. Un día después se reunieron los vecinos con el PP en el que el partido defendió un nuevo proyecto con soluciones alternativas al actual carril bici.