La ayuda de 1.500 euros para la compra de coches podría ayudar a vender unos 6.000 vehículos en Balears de entre los 10.000 y 15.000 que están almacenados. Por el momento, el público se está interesando en estas ayudas relacionadas con la compra de coches y está yendo a los concesionarios pitiusos, según informó el presidente de la Asociación Empresarial de Maquinaria y Automoción de Eivissa y Formentera (AEMA), Roberto Pereira.
Para el presidente de la asociación, el anuncio del denominado Plan E2.000, de estas características, siempre es algo positivo y, además, asegura, el sector lo estaba reclamando desde hace meses, sobre todo en vista de los diferentes planes que se estaban implantando a nivel europeo y que están teniendo éxito en países con el mismo problema de descenso en las ventas e incluso de desplome de sus mercados locales.
Sin embargo, Pereira considera que el anuncio de estas medidas ha sido improvisado, más una medida política de cara a la galería que orientada al mercado. «Una vez anunciado se dieron cuenta de que no podían demorar su aprobación, con lo que han tenido que aprobarlo deprisa y corriendo y aún no han dictado una normativa de lo que será el día a día del plan, es decir, cómo se harán todos estos descuentos», explicó Pereira.
Para el presidente de AEMA, los concesionarios se están enfrentando a una situación de mucha desinformación en estos primeros días «porque hay mucha gente que piensa que la ayuda directa significa que alguien va a comprar un coche y se le va a aplicar el descuento de los 1.500 o 2.000 euros y no es así», aclaró. Según Pereira, lo primero que hay que saber es que el plan está limitado a la compra de una serie de vehículos concretos, de bajas emisiones, por lo que tiene una finalidad ecológica y además está condicionado a dar de baja otro vehículo con más de 10 años de antigüedad o más de 250.000 kilómetros, con lo que tiene otra medida de achatarramiento. «La medida de achatarramiento nos parece bien porque es importante retirar vehículos antiguos, que son muy contaminantes e inseguros y cambiarlos por otros nuevos bastante menos contaminantes y eficientes. Lo que nos parece mal es la limitación ecológica porque tiene demasiados requisitos», explica Pereira.
Por otro lado, no a todosl os ciudadanos les ha parecido bien el anuncio del Plan E2.000. José Costa, por ejemplo, lo desaprueba por varias razones. En primer lugar, considera que «el que quiera un coche que se lo pague entero porque que no es un artículo de primera necesidad». En segundo lugar, para Costa las medidas las han hecho sin tener en cuenta si las autonomías podían hacer frente a ese dinero que tienen que dar. Por último, entiende que los requisitos que incluye el plan están muy bien «para renovar el parque», pero considera que las ayudas deberían de ser mínimas y no de 2.000 euros. «A mí nunca nadie me ha ayudado a pagar nada, por lo que no estoy de acuerdo. Además, ¿cómo voy a ayudar yo con mis impuestos, que tengo un simple cochecito, a alguien que se quiere comprar otro?», se preguntó.
Para otros ciudadanos, como Vicente Ribas, es una medida que está muy bien «siempre que sea para ayudar a comprar coches y quitar de enmedio los que ya son muy antiguos».
Por su parte, Catina Ferrer, se plantea que «el dinero tiene que salir de algún sitio y si nos lo dan por un aquí nos lo tendrán que quitar por otro».
Roberto Pereira señala de que las asociaciones empresariales, cuando estaban negociando con el gobierno, pedían un plan sencillo y a nivel nacional. «Lo que entendemos que no puede ser es que diferentes comunidades autónomas tengan planes en algunos casos superiores económicamente». El presidente de AEMA considera que hubiera sido más útil un plan a nivel nacional más sencillo, más amplio en cuanto a los coches afectados y que, sobre todo, no creara confusión entre los integrantes del Estado. Por este motivo, «este plan tan anunciado al final es un miniplan que viene bien, porque toda ayuda viene bien, lo que pasa es que nosotros pensábamos que necesitábamos algo más ambicioso del Gobierno, un verdadero plan de choque como han sacado en otros países», afirma.
Roberto Pereira señala que la medida del achatarramiento les parece bien. Sin embargo, lo que les parece mal es la limitación ecológica, «porque todo lo que sea ecológico nos parece muy bien, pero tampoco hace falta ser más papistas que el Papa», apunta. Pereira recuerda que en Alemania se aprobó un plan también con medidas ecológicas, pero que afectaba a vehículos con emisiones de CO2 de hasta 160 gramos por kilómetro. En este caso, indicó Pereira, están limitando las emisiones de CO2 hasta 120 gramos por kilómetro y se amplía hasta 149 si se cumplen unos requisitos, «con lo que condicionan muchísimo los modelos potenciales de este plan».
Antonio Marí
«Yo pienso que va a ayudar a vender coches porque hay mucha gente que necesita comprarse uno y con esta ayuda se van a animar. Lo principal de todo va a ser la financiación de los bancos porque si luego no te dan el préstamo no será posible. Los requisitos me parecen bien porque ayudan a quitar trastos de en medio. Yo tengo uno con más de 20 años y puede que me anime y me compre un coche».
María Gras
«A mí me parece bien porque puede que con esta medida ayuden a aumentar la venta de coches aunque conforme están las cosas no tengo muy claro que vayan a conseguir reactivar el sector. Hoy en día un vehículo es un artículo de lujo. Yo no tengo coche. Y en cuanto a la ayuda, no está mal. Creo que es bastante, porque por lo menos es un dinero que antes no se daba».
Jose Antonio Ruiz
«Si es de verdad me parece bien. Va a ser como el dinero que se ha dado a los bancos, para que ellos se enriquezcan más. Pienso que va a ayudar a vender más coches pero que las grandes empresas se van a beneficiar con el dinero de las ayudas y que los pobres si no tenemos trabajo, ¿cómo nos vamos a meter en un coche ya valga 9.000 euros u 8.000? Yo no me voy a comprar ninguno, aunque si pudiera lo haría».
Vicente Ribas
«Yo creo que la iniciativa está muy bien siempre que sea para ayudar a comprar coches y quitar de en medio a otros que ya son muy antiguos, poco seguros y contaminan más. En cuanto a la cantidad de la ayuda, cuanto más dinero pongan, mejor. Pero hay que tener en cuenta que si antes no daban nada, con algo de dinero que pongan ya está bien».
Jordi Cerezo
«Yo creo que el sector del vehículo nuevo sí que se va a ver muy beneficiado, aunque puede que el del de segunda mano se vea perjudicado, cuyo mercado también es amplio en la isla. En cuanto a la medida de que haya que entregar un coche antiguo me parece bien porque así se renueva el parque. Yo tengo idea de comprarme un pequeño cochecito».
Catina Ferrer
«Yo espero que todas las ayudas que dicen que van a dar sirvan para algo. Pero, claro, el dinero tiene que salir de algún sitio y si nos lo dan por aquí nos lo tendrán que quitar por otro lado. No creo que se vendan muchos coches con esta iniciativa, por lo menos en este año. Lo de los requisitos está muy bien porque ya que dan un dinero que sea para renovar coches que puedan ser un peligro o que contaminen demasiado».