Abel Matutes se dio de baja del Partido Popular hace algún tiempo, pero cualquiera lo diría viéndole ayer junto a Mariano Rajoy en el mitin. Fue prácticamente el primero en darle un apretón de manos al llegar al recinto ferial y durante los discursos se sentó junto a Rajoy y Estaràs. Cuando ésta subió al estrado, Matutes se sentó a la vera del presidente de los populares, al que parecía dar instrucciones, porque Rajoy no paró de apuntar en una libreta. Un papel, el del ex ministro, un tanto influyente teniendo en cuenta que ya no forma parte del PP y que los populares ibicencos no paran de remarcarlo cuando se les pregunta sobre Matutes.
Pese a esta providencial y sorprendente intervención, el mitin fue un tanto desangelado y frío en comparación a otras visitas de Rajoy. Ya sea porque las elecciones europeas no arrastran, ya sea porque el día no acompañaba. Así lo dijo Rajoy al empezar: «No es ni la mejor hora ni el mejor día, pero gracias por vuestra presencia, que nos estimula y nos ayuda como cuando pones gasolina a un coche para que salgamos disparados hacia la victoria».
Ahí no quedaron las referencias al sector automovilístico, porque Rajoy criticó que la bonificación de 2.000? para comprar un coche tiene «letra pequeña». «Para que te lo den te tienes que comprar un vehículo de menos de 30.000?, pero a cambio tienes que llevar a chatarra otro; el problema es que no lo tienes», criticó el líder popular, que indicó que el nuevo tiene que cumplir con emisiones de CO2 con unos parámetros tan complicados que «sólo los entiende Zapatero». Para escenificar lo mal que funciona este plan, Rajoy cogió a una chica del público y le dio un beso para paliar su falta de coche. Más tarde se volvió a referir a ella: «A esta niña que se ha quedado sin coche por culpa de ZP». Aunque quizás aludía a la famosa niña de Rajoy. Finalmente incluso le dijo: «Estoy por regalarte un coche». La chica se convirtió en estrella por un día, se hizo una foto con el líder popular y salió del mitin algo ruborizada y, por cierto, al volante. Tras esta anécdota, el ex alcalde de Sant Antoni salió del recinto bromeando y diciendo que iba a buscar su vehículo, «no sigui que mel foti en Zapatero».
Más romántica estuvo Estaràs, ataviada con un primaveral vestido verde, que acusó a Zapatero de llevar a España «al corazón del paro» y aseguró tener esta isla «en el corazón». «La defenderé con cariño y amor», apostilló. Mientras, Virtudes Marí lo captaba todo con una cámara, porque es muy aficionada a la fotografía.
Cuando finalizó el mitin, Rajoy estuvo un buen rato firmando autógrafos en abanicos del PP y en gorras con la bandera de España. También posó con los militantes, con los alcaldes y con sus familias. Eso sí, se notó la ausencia de Pere Palau. A cambio, sí que estuvo la plana mayor del PP ibicenco, incluso con presencia del ex alcalde Vicent Guasch, que fue el último en saludar a Rajoy instantes antes de que cogiera el coche para ir al aeropuerto y volar a Mallorca, donde tenía otro acto.
Por cierto, entre los populares hizo mucha gracia la expresión «darle una corrida en pelo» que usó Rajoy y que es poco conocida en estos lares. Significa abrumar a alguien recriminándole o mostrando cualidades superiores a las suyas. Todos los días se aprende algo nuevo.
Claudia Roig