B.F. SENA/C.C.
Por segundo año consecutivo, el Gobierno central ha decidido plantarse y retirar la propuesta de la campaña de la captura de medusas que planteó la Administración a las cofradías de Balears a través de la empresa pública Tragsa. Sin embargo, la iniciativa ha vuelto a quedarse en nada y los pescadores con las redes de medusas en las manos.
El estupor del secretario de la Federación de Cofradías de Pescadores de Balears, Antoni Garau, era mayúsculo. «El responsable de Tragsa en Mallorca, Baudilio Díez, nos ha confirmado que el proyecto quedaba paralizado desde Madrid por razones presupuestarias. Me parece muy extraño, porque estábamos en la fase final» dijo.
Los presidentes de las tres cofradías de pescadores de Eivissa y Formentera recibieron la noticia con la misma sorpresa que Garau. En cuanto a las de Menorca, Josep Caules, presidente de la Cofradía de Pescadores de Ciutadella, explicó que «es extraño que aludan a la falta de presupuesto, porque hace tan sólo unos días nos propusieron prolongar la temporada un mes más y comenzar el mes de junio», aseguró.
El secretario de la Cofradía de Pescadores de Eivissa, Xicu Cardona, aseguró que el año pasado las «empezaron las conversaciones y se comenzaron a barajar cantidades para remunerar esta labor» pero que no les habían hecho una propuesta firme. Propuesta que este año, dijo Cardona, sí que les habían realizado desde la empresa Tragsa. Según Xicu Cardona, la Cofradía de Pescadores de Formentera, que en un principio no tenía gente para desempeñar esa labor, estaba tratando de poner a disposición una embarcación para la captura de medusas.
Desde la Cofradía de Pescadores de Formentera su secretario, Miquel Ferrer, se mostró muy sorprendido con la noticia que acababa de conocer. «Se ha parado todo de momento porque se han echado para atrás desde Madrid», aseguró Ferrer.
Y en Sant Antoni, la secretaria de la Cofradía de Pescadores, Elena Serra, que confiaba en que la propuesta iba por buen camino, aseguró que todavía no le habían notificado la noticia de que se hubiera paralizado.
En cualquier caso, los pescadores de Balears se sienten muy decepcionados por la falta de seriedad e informalidad que ha demostrado la Administración no una vez, sino dos. «En Ciutadella, los interesados ya estaban intentado incluso contratar marineros. Esta vez han inflado el globo demasiado», dijo Caules. Pero la esperpéntica situación y la grave pérdida de tiempo que ha supuesto la segunda negativa va más allá. Antoni Garau afirmó que ya habían diseñado un arte de superficie específica para capturar medusas. «Esta vez han hecho más daño, porque suponía una salida atractiva para los pescadores. Esta decisión ha caído muy mal en el sector, y creo que lo han paralizado por otras razones que desconocemos. Desde luego, que no vuelvan a contar con nosotros», aseveró.
Este verano ondearán en las playas del archipiélago banderas identificativas de medusas para avisar a los bañistas de la presencia de estos animales marinos. Es una de las nuevas medidas que impulsará la conselleria de Interior del Govern balear y que se complementará con la puesta en marcha de un protocolo específico de actuación sobre las medusas.
Así lo avanzó ayer la consellera de Interior, María Angeles Leciñena, en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el partidos socialista en relación a la aparición a principios de mayo de algún ejemplar de la phisalia phisalis, conocida como la carabela portuguesa en aguas de Formentera, cuya presencia ha sido «aislada y puntual», tal y como remarcó la consellera al respecto.
La campaña de la medusa volvió a proponerse en abril de este año. La iniciativa contemplaba una subvención de 400 euros diarios, más 1'5 euros por cada kilo de animal urticante capturado, lo que hacía suponer a los pescadores un jornal diario cercano a los 600 euros. Las líneas que definían el proyecto estaban mejor definidas; y los pescadores muy interesados. Según Xicu Cardona, estaba previsto que los pescadores salieran al mar 6 días a la semana y capturasen medusas durante ocho horas al día. Entre las condiciones, sólo podría faenar una embarcación por cofradía y ésta estaría destinada únicamente a la captura de medusas. Sólo faltaba formalizar los acuerdos. Sin embargo, a poco más de un mes del comienzo de la campaña, Tragsa se planta y dice que no hay dinero. Una segunda decepción que los pescadores de Balears califican de «inexplicable».