Las elecciones europeas no tienen tirón. Tal y como se preveía, la abstención ha sido la gran triunfadora de estos comicios y sólo uno de cada tres electores de las Pitiüses ejerció ayer su derecho al voto.
Si se busca el aspecto positivo, el dato registrado respecto a los anteriores comicios europeos no es tan apocalíptico como algunos preveían al caer sólo un 1'3% hasta llegar al 33'66%. Si se quiere hacer una lectura positiva, hay que tener en cuenta que era difícil registrar unos resultados de participación peores que los de las votaciones de 2004, cuando se alcanzó únicamente el 34'76%.
De hacer la comparación con los datos de las continentales de 1999, se ha caído casi a la mitad, un descenso que se explica fácilmente dado que, en aquel año, coincidieron con las autonómicas. Y es que Europa queda muy lejos para la mayoría de los electores, que siguen respondiendo de forma mayoritaria a comicios locales, autonómicos y nacionales. Como prueba, las elecciones de las que salieron los actuales ayuntamientos, celebradas en 2007, consiguieron un 54'85% de participación, 10 puntos menos que las nacionales de 2008.
Por islas, Formentera muestra un mayor 'euroescepticismo', lo que ha hecho que sólo votaran 1.703 censados, un 29'75%, unos dos puntos menos que el 31'78% de 2004. En el caso de Eivissa, la afluencia de 27.553 votantes supone un 34'21% de los censados, un 0'75% menos que hace cinco años.
Por municipios, Vila ha es el único en que ha crecido la participación, pasando del 33'66% de 2004 a un 34'23% (10.137 votantes). Sant Antoni es el caso contrario, al pasar de un 38'98% a un 36'89% (5.049). Sant Joan tuvo la mayor participación, al registrar 1.433 votos, un 42'9% de los posibles (en 2004 fue un 44'24%). En Sant Josep se ha pasado del 33'81% al 30'99% (4.504) y en Santa Eulària de un 33'33% al 33'2% (6.430).