Síguenos F Y T I T R

La consolidación del acantilado en mal estado de Dalt Vila se completará antes de final de año

L.AVERSA

El conseller balear de Medi Ambient, Miquel Àngel Grimalt, hizo ayer una visita de obra a los trabajos de consolidación del acantilado de Dalt Vila que, por su mal estado, pone en peligro la estabilidad de las murallas y la sede del antiguo Ayuntamiento de Eivissa.

Según destacó Grimalt, «es una obra importante que se tendría que haber hecho hace años porque la erosión del acantilado y su inestabilidad está poniendo en peligro las murallas y las principales edificaciones de la parte más emblemática de toda la isla, en un área Patrimonio de la Humanidad».

Grimalt detalló que el coste de la obra es de 600.0000 euros y que el plazo de ejecución será de cuatro meses, por lo que el acantilado estará consolidado «antes de final de año».

El conseller explicó también que los trabajos se realizarán en el área comprendida entre los baluartes Santa Llúcia y Santa Tecla y consistirán en eliminar los bloques de piedra que «fácilmente se podrían desprender» y en la colocación de una malla de acero «para tener bien sujeto el acantilado». Además, se llevarán a cabo determinadas actuaciones de consolidación en hormigón colorado para evitar el impacto visual y se construirá un sistema de drenaje «para asegurar que el agua discurre por los lugares adecuados porque precisamente uno de los motivos de inestabilidad de este acantilado es la acumulación de agua cuando llueve».

Asimismo, la consolidación del acantilado se completará con la construcción de un paseo marítimo que llevará a cabo la Demarcación de Costas y que permitirá recorrer las murallas desde sa Penya, pasando por es Soto, hasta ses Figueretes.

Según Grimalt, la consolidación de la muralla «es una cuestión que no podía esperar porque en cualquier momento podría haber habido una desgracia». «Un desprendimiento y un daño en nuestros patrimonio que sería imperdonable», agregó.

Una obra «imprescindible»

Por su parte, la alcaldesa de Eivissa, Lurdes Costa, también presente en la visita, quiso destacar que «desde hace mucho tiempo se venía demandando la ejecución de este proyecto», que ahora, «con la llegada del conseller, se ha puesto en marcha». «Las obras son muy necesarias porque el acantilado está poniendo en riesgo un edificio patrimonial», destacó la alcaldesa sobre la sede del Ayuntamiento y la iglesia del convento, del siglo XVII, que tienen la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC).

«Era una obra urgente, una obra difícil, pero no nos quedaba más remedio que hacer esta intervención, que es imprescindible, necesaria y que no es caprichosa», aseguró la alcaldesa. Asimismo, Costa destacó que el momento para llevar a cabo esta intervención en las murallas es el adecuado porque los técnicos recomiendan hacerla en una época sin riesgos de lluvia.

El conseller Miquel Àngel Grimalt hizo referencia ayer a la construcción del futuro puerto de Eivissa y destacó que «si lo hubiera tenido que hacer la comunidad autónoma el proyecto sería diferente». «Como saben nosotros hemos demandado las competencias del puerto y hay un acuerdo del Parlament balear para pedir esta transferencia para la comunidad autónoma, pero de momento lo gestiona Autoritat Portuària», destacó el conseller, que remarcó que su Conselleria sí aplicará su «única competencia» en este tema para «velar que no se haga mal al Parque Natural» durante la construcción del puerto, y para que «se cumplan las condiciones de la evolución de impacto ambiental». «Por tanto, nosotros lo que haremos es estar vigilantes de que los vertidos que se hagan de los dragados y que todo aquello que pueda tener un impacto medioambiental se haga correctamente a fin de salvaguardar las praderas de posidonia y del parque natural, que es nuestra obligación», agregó el conseller y, en este sentido, lamentó que, más allá de estas actuaciones que podrá llevar a cabo por ser competencias como Conselleria de Medi Ambient, «poco más podemos hacer». «El proyecto es de Autoritat Portuària y es el que es. Si lo hubiera tenido que hacer la Comunitat Autònoma sería diferente», concluyó Grimalt.

Lo más visto