Se hizo muy popular con sus números eróticos en el programa de Crónicas Marcianas. Daniela Blume, alter-ego de Alex, es un torbellino de energía y sensualidad con tan sólo 24 primaveras. Desde hace tres años trabaja en el programa de radio Ponte a prueba de Europa Fm y en septiembre espera la publicación del manual sexual del espacio radiofónico. Tiene un récord con el hula-hop ya que es capaz de estar horas moviendo 28 aros al mismo tiempo.
Recién aterrizada del reallity show Supervivientes, ha pasado unos días de descanso en Eivissa donde ha reflexionado sobre sexo y sobre su presente y futuro.
-Tu nombre real es Alex, ¿por qué elegiste Daniela Blume?
-En Crónicas Marcianas hubo un pequeño error y claro tras el boom nos pareció que era confundir a la peña cambiar el nombre de repente. Seguí con el nombre de Daniela y vi que me iba bien porque era un personaje diferente. Alex es mucho más humana. Yo no soy tan femme fatal las 24 horas del día y los 7 días de la semana. El personaje es más puro sexo y morbo. Yo soy de todo, soy más saber estar. Daniela no, ella es a todos lados cualquier cosa. Otra diferencia es que Alex folla mucho mejor que Daniela y ya es decir. (Risas)
-Y ahora ¿cómo se dirigen a ti?
-Para mí es un filtro. Me sirve para diferenciar a la gente. Si me llaman por teléfono y me dicen Daniela ya se que es de trabajo. Es un filtro personal. Mis amigos ya saben que soy Alex.
-Estudiaste sexología en Canadá, pero ¿qué aprendiste allí?
-De todo. He estudiado tres años de psicología pero no me he llegado a especializar en sexología. Tenía un título de Kik Boxing y vivía con una sexóloga en Canadá. Ella impartía un master y me dijo que el curso podría irme muy bien para fusionarlo en mis clases. Era sobre los famosos Kegel, que son los ejercicios de contracción y relajación del suelo pélvico. Se dieron cuenta que era bueno para tonificar y para el preparto pero también tenía muchas aplicaciones para el sexo. Me iba genial porque yo tenía un proyecto para cuando regresara a Barcelona en el que incluí los Kegel con el Kik Boxing. Este proyecto lo compraron en el gimnasio donde trabajaba y de ahí me invitaron a una tele y los de Crónicas se enteraron y me llevaron su programa. Y de ahí el bombazo. Además de incluirlo en las clases hice con él un show erótico.
-Reconociste en televisión tu bisexualidad, y las diferencias son evidentes pero, ¿con que te quedas y porqué?
-Lo sé desde siempre y a mí me gustaba un chico y de repente me gustaba una chica. No me paré a pensar soy lesbiana, soy gay, soy 'hetero'. Decirlo para mí no es reconocerlo.
No tengo preferencias. Sí que me gusta que ellos sean más divertidos que ellas, que me hagan reír mucho más. A ellas les pido más comprensión. Suelo ser más sumisa con los chicos y con las chicas tengo un rol más masculino.
-¿Cuál es la parte del cuerpo que más te seduce?
-Me gustan las espaldas. Me fijo en alguna parte rara, como las rodillas. No soy tan superficial pero una mujer bonita con las rodillas feas...Los codos y las axilas me encantan. Bueno en realidad creo que cada uno tiene su armonía. Las orejitas también me parecen muy dulces.
-¿Te parece que el sexo sigue siendo un tema tabú?
-Por supuesto que el sexo sigue siendo tabú. En mi caso que es algo que llevo de cara al público. También te encuentras con gente que empieza a pensar y a revolucionarse en el sexo. Hemos avanzado pero aún queda mucho. Creo que el tabú está ahora en el ano, en el sexo anal. Hay que ser sincero con uno mismo y con tu pareja. No es necesario gritarlo por la calle. Es muy importante la sinceridad.
Tras pasar por Supervivientes estaba asustada ya que había perdido la líbido. Estaba delgada y me había quedado como ida. Allí llegaba a tener orgasmos durmiendo sola. Relaciono la falta de líbido con el peso, porque me quedé en 49 kilos y yo no soy los mismo sin mis curvas. Soy una auténtica aburrida.
-¿Cuál es tu juguete erótico favorito?
-Los plug anales. Son un como una especie vibrador anal. Y también me gusta mucho disfrazarme. Me he disfrazado de todo. Creo que es más fácil que diga de que no me he disfrazado. Nunca me disfrazado de astronauta.
-¿Cómo sería el disfraza de astronauta?
-Algo así como con celofán y papel de plata. No me gusta comprarlos, nunca lo hago.
-¿Cómo de imaginativa eres con el sexo?
-Muchísimo. He hecho de todo desde pintar un graffiti pidiéndole lo que quiero que me haga esta noche en la cama, en un lugar que no voy a decir. A los hombres también les gusta este tipo de detalles. Además si tú le haces este tipo de detalles y juegos, la otra personas también te lo hará a ti. Muchas veces se quejan de no nos hacen lo que queremos, pero sino lo sabe. Las mujeres son algo más complicadas de complacer, aunque a mí me contentan muy rápido. Soy agradecida con los detalles.
-¿Eres de regalar flores y bombones?
-Sí porque no. Les puedes poner pétalos en la cama, o regarle a un tío su flor favorita. Cada persona es un mundo y le puedes sacar un buen detalle.
-Entonces, ¿Alex es romántica?
-Soy más detallista o curiosita.
-Y Daniela, ¿es también detallista?
-Daniela también. Ella sería más egoísta, piensa más en ella. Es más cañera. Si no me das esto te vas porque puedo estar con otra persona en un minuto. Ella no cuida tanto a la gente. Claro, es un personaje, es más plana y más fría.
-¿Podrías dar a nuestros lectores unos consejos para que tenga una vida sexual satisfactoria?
-Estar con donde y con quién quieres. Es básico. Algo muy importante y es un truco. En el momento del orgasmo hay que decir lo primero que se te pase por la cabeza. Es muy difícil ya que en ese momento no podemos porque te abstraes. Cualquier cosa que se te pase por la cabeza hay decirlo, aunque sea una fantasía un poco bestia. Es una buena manera de abrirte, desde te quiero hasta un insulto. Es ser sincero cuando eres tú mismo, en esencia que es muy complicado. O gemimos, o nos quedamos en silencio o nos ponemos rojos, o convulsionamos pero no hablamos. Aunque sea decir el nombre de tu pareja. ¿Tú también lo intentarás verdad? (risas)
-Trabajas en la radio, en el programa Ponte a te a prueba de Europa FM, ¿la anécdota más divertida?
-Llevo tres años y hay mil y mil anécdotas. Hablamos de sexo pero hablamos de todo y lo hacemos con naturalidad. Hay historias divertidas y otras duras e incluso secretos.
-Por último, de no haber sido sexóloga, ¿qué te hubiera gustado ser?
-De pequeña siempre quise ser pescadora. Pero después de Supervivientes y estar pescando todo el día, se me ha quitado. Mi vocación frustrada es la escritora. Me encanta escribir.