La embajadora británica en Madrid, Denise Holt, visitó ayer Eivissa para presidir el acto de despedida de Helen Watson como cónsul del Reino Unido en Eivissa. Durante el evento, una recepción en el hotel Fenicia de Santa Eulària a la que asistió una importante representación de la comunidad británica de las Pitiüses y algunas autoridades, Watson anunció que la plaza de la cónsul saliente no será ocupada y que será el representante de la administración británica en Palma, Paul Abrey, quien pasará a ser el máximo responsable consular para las Pitiüses.
«Tomando como ejemplo la exitosa reorganización del Consulado en Canarias, y dado el retiro de la incomparable Helen Watson, se ha decidido reestructurar la operativa consular en Balears y, en el futuro, un sólo cónsul representará a Reino Unido en las Islas», destacó Holt durante su discurso.
La embajadora negó que este cambio suponga un recorte en los servicios que se prestarán desde Eivissa y aseguró que se seguirá manteniendo «un equipo a temporada completa» en la Isla, liderado por Maria Leng.
El anuncio de Holt, que también dejará su cargo en un par de meses, fue la parte más seria de un discurso en el que se destacó la capacidad de trabajo de Watson durante estos 28 años y que estuvo salpicado de guiños a la diplomática saliente. «Al inicio del discurso me refería a que Helen ahora podrá ponerse los zapatos de baile. Estando aquí me han dicho que me podrá llevar a un par de clubs. Espero que ahora pueda acompañarme sin que haya una larga cola de personas en la discoteca que han perdido el pasaporte y que le piden uno nuevo», bromeó.
Watson, por su parte, realizó una breve intervención, en la que «por primera vez hago un discurso en catalán». En ella, la cónsul agradeció a sus colaboradores y a las autoridades locales su cooperación durante este tiempo.