Carlos tiene 13 años y es la primera vez que participa en una concentración de motos Custom: «A veces cansa ir tanto rato en moto, pero me gusta por el ambiente. Hay otro chico de mi edad que también se llama Carlos», explicaba este joven ayer por la mañana en el passeig de ses Fonts de Sant Antoni, donde alrededor de 250 aficionados al Custom se dieron cita para iniciar la duodécima vuelta mototurística que organiza el Club Palladines con motivo de las fiestas de Sant Bartomeu.
Para Ana, la mamá de Carlos, lo mejor de estas concentraciones es poder descubrir lugares nuevos: «Es mi primera concentración y salida con moto propia. Llevo 26 años en la isla y siempre que voy en moto descubro algo nuevo. Disfrutas mucho de los paisajes, del ambiente y de la gente. Es una filosofía de vida muy natural, sin malas historias». A estas palabras, su hijo Carlos puntualizó: «Lo mejor no son los paisajes sino ir montado en una de estas motos tan grandes».
Cerca de mediodía, los moteros y moteras de toda España, Eivissa y otros países europeos charlaban animadamente en este paseo de Sant Antoni, donde José Sala, alcalde de Sant Antoni, se acercó a saludar a Mariano Planells, presidente del Club Palladines, y a disfrutar con ellos del refrigerio que ofreció el Ayuntamiento.
Isabel y Andrés son de Menorca y abandonan esta aventura hoy por la mañana: «Teníamos la espinita clavada de un viaje a Eivissa porque no habíamos estado nunca. Y qué mejor que una concentración motera para hacer turismo». A ellos, como a la mayoría de los asistentes de ayer, les gustan las motos desde que eran pequeños: «Hemos tenido muchas de diferentes tipos, como japonesas o de montaña. Y ahora por fin tenemos una Harley». La sensación general que les queda de esta escapada Custom es el ambiente motero que se respira en la isla: «Nos hemos quedado sorprendidos con la cantidad de clubs custom que hay en Eivissa. Allí, en Menorca, no hay tanta cultura de club; no está tan extendida ni organizada esta afición».
Y tras charlar y reponer fuerzas, el grupo de 250 personas inició su marcha hacia Buscastell, Sant Mateu y Santa Agnès para completar los 33 kms de ruta.
María José Real