P. CANDIA
El empresario Antonio Matas García, que construyó el chalet del ex director de Deportes del Govern de Jaume Matas José Luis 'Pepote' Ballester, declaró ayer ante el juez instructor del 'caso Palma Arena', que para él había sido «una sorpresa» el ofrecimiento que hizo a su empresa Obres i Reformes Illes SL el ex regatista para participar en la reforma del Polideportivo Príncipes de España.
Matizó, no obstante, que él supo que existía la posibilidad de realizar obras en el Príncipes de España a través de su socio, Jaime Navarro Fuster, quien le dijo: «Hay que hacer un presupuesto». Más tarde, también su socio le comunicó que «hemos de ir a empezar la obra del Príncipe».
El juez busca vínculos entre facturas presuntamente «infladas» de obras entre 2004 y 2006 en el Polideportivo Príncipes de España de Palma con la residencia de Ballester en Sa Rápita. La residencia semicostera del ex regatista aparece en una línea de investigación de la Fiscalía de Balears conforme a la cual tanto la reforma de los vestuarios del Príncipes de España, realizada en 2004 por valor de 199.000 euros, como la repavimentación de la pista de atletismo, que data de 2006 por valor de 474.547 euros, no son concordantes entre las obras y su coste monetario.
Documentos
El constructor no aportó ayer ningún documento que acredite haber concursado a las obras del Príncipes de España, y el juez le dio tres días de plazo para que presente una copia sellada por la Dirección General de Deportes. Matas García explicó que su empresa había cobrado 28.000 euros a través de una transferencia bancaria por el trabajo en el Polideportivo. Ayer, asimismo, declaró como imputado Ezequiel Mora Sánchez, autor de las maquetas del Palma Arena, quien admitió que había librado una factura falsa al propietario de Nimbus, Miguel Romero. También testificó M.J.P., secretaria de Romero.