Entre llantos, sin lágrimas reales, las plañideras acompañaron al cortejo fúnebre hasta el Parque de la Paz. La sardina, ajena a lo que pasaba a su alrededor y a la suerte que le esperaba, lucía espléndida sus escamas mientras la música de la banda del Santísimo Cristo de la Agonía ponía aún más dramatismo al entierro.
Con paso lento, y bajo la atenta mirada de vecinos y curiosos, la comitiva llegaba al parque donde decenas de personas esperaban turno, algunos incluso desde las cinco de la tarde, para disfrutar de la sardinada. En total se repartieron ayer 150 kilos de sardinas, pan y vi pagès de Sant Mateu, para despedir el carnaval. Allí, a la luz de las velas, se le dio el último adiós al pez, de cartón plateado.
El contraste lo puso un grupo brasileño que con el ritmo de su batucada consiguió dar un toque más festivo a tan triste evento. Estos mismos percusionistas acompañaron a los vecinos de es Clot en la comparsa que les llevó a conseguir el 2º premio en la rúa de Vila.
La Asociación de Vecinos de Es Clot, por tercer año consecutivo, ha sido la encargada de representar y organizar la fiesta que cierra la semana de actividades carnavaleras en Vila.
Adiós al imperio de la farsa
El entierro de la sardina y una sardinada popular ponen fin al carnaval y dan inicio a la Cuaresma
N.Salazar | Eivissa |