Undía al año, alumnos y profesores de la Escola de Arts d'Eivissa abandonan las aulas para dedicarse por entero a la poesía. El Día Internacional de la Poesía es mañana y no hay otra manera posible de celebrarlo que haciéndolo con un recital poético, que se celebró ayer en el salón de actos de la escuela, y en el que participaron decenas de estudiantes.
De amor y desamor, sobre la inmigración, o con la muerte o la soledad como tema principal; de autores clásicos o contemporáneos; cualquier verso vale para rendir homenaje a este bien cultural. «Se han leído en holandés, en castellano, en inglés o en catalán. La multiculturalidad de Eivissa se ve reflejada en las aulas», comentaba ayer Carlos de Vega, profesor de castellano y organizador del recital, junto al profesor de catalán.
Además de versos, también hubo música. Jesús, Numa y Eric, deleitaron a sus compañeros con diversas intervenciones musicales, algunas de ellas improvisadas. «He estudiado en el conservatorio y además de componer también escribo por placer», comentaba Numa, que había recitado su poema, Transgrediendo la imperfección.
Durante el recital, que estuvo realmente animado, hubo participantes que saborearon cada verso, cada rima, y otros; con más prisa a causa de los nervios, los leyeron sin apenas respirar. Mientras, en la calle, Gabriel, Claudia y Aída, alumnos de primero, repasaban sus versos elegidos. «Yo voy a leer Qué es poesía de Bécquer», comentó Claudia. Aída por su parte había elegido el poema Sé tú mi límite, de José Àngel Valente.
Al final, uno a uno fueron saliendo a recitar los versos escogidos, en un recital que cada año tiene mayor participación.