El Ayuntamiento de Sant Josep ya ha tenido que denegar licencias de ampliación o renovación en Cala Tarida y Platja d'en Bossa por el problema de los urbanizables. Así lo confirmó ayer el concejal de Urbanisme, Josep Antoni Prats, que indicó que ahora mismo entienden que no se puede conceder ningún permiso porque los terrenos tienen la calificación de rústicos por sentencia judicial al haberse construido de forma irregular y bajo el amparo de normativas urbanísticas ya derogadas por ley y anuladas por los tribunales.
«No son muchas licencias, pero alguna ha habido», indicó Prats, que recordó que desde el Ayuntamiento de Sant Josep siempre han pedido al Consell y al Govern que arreglen este tema porque han quedado fuera de ordenación amplias zonas ya construidas y con licencia municipal.
Actualmente Tarrés y los alcaldes del PP están negociando una normativa para legalizar estas zonas aunque Eivissa pel Canvi pone objeciones porque no quieren que se premie a los infractores. Entre las condiciones que ponen es que no se permitan futuros crecimientos en estas zonas y que se incluya dentro de la ley del suelo. Fuentes progresistas aseguran que esta ley se iba a aprobar en Consell de Govern el pasado viernes, aunque finalmente no se hizo por divergencias de última hora.
El diputado del PSOE Joan Boned indicó que en principio el tema de los urbanizables no iba dentro del texto de la ley del suelo, ya que si acaso lo que se hubiera hecho es presentar una enmienda que lo recogiera.
El concejal de Urbanisme de Sant Josep, que es de Eivissa pel Canvi pero apuesta por legalizar los urbanizables, no quiso comentar las exigencias que pone ExC. «Se supone que ellos hablan en nombre de toda la formación», remarcó Josep Antoni Prats, que quiso valorar, no obstante, que ExC haya «reconocido finalmente que hay un problema que hay que solucionar». «La situación es anómala y hay que buscar una salida lo antes posible», añadió.
La cuestión de los urbanizables ha generado una importante polémica en el seno de Eivissa pel Canvi. En principio era una batalla entre ERC y EU (Josep Antoni Prats y el conseller de Política Territorial, Miquel Ramon), aunque también ha habido malestar entre otros miembros de ExC. Hace unos días, incluso el portavoz de ExC se quejaba de que no habían contado con la información necesaria.
Space está fuera de ordenación
Uno de los negocios que queda fuera de ordenación es la discoteca Space, algo que preocupa especialmente en las filas progresistas, ya que se trata de un negocio que atrae a miles de personas cada año a la isla y necesita de continuas reformas.
El concejal Prats aseguró ayer que se trata de una preocupación porque es un negocio que da muchos puestos de trabajo y «un puntal económico importante», pero asegura que no le preocupa más que la cantidad de casas u hoteles que han quedado fuera de la legalidad en Cala Tarida.
Por su parte, el diputado socialista Joan Boned indicó que le preocupan todas las infraestructuras relacionadas con el turismo que han quedado fuera de ordenación. «Tenemos que buscar soluciones», añadió. En Platja d'en Bossa quedan también en situación de ilegalidad el parque acuático Aguamar y numerosos hoteles.