Faltaban algunos minutos para las ocho de la mañana y más de una veintena de padres de los alumnos del CP Can Bonet, de Sant Antoni, ya esperaban con ansias la llegada de los alumnos prevista a las 08,10 horas en el primer vuelo procedente de Madrid de la compañía Spanair.
«Ni Londres, ni Francia, ni el volcán islandés puede con el regreso a Eivissa de los profesores y alumnos del CP Can Bonet. Bienvenidos a casa. ¡Adiós a la odisea!». Esto era lo que rezaba la pancarta elaborada por algunas madres, que comentaban las ganas que tenían de ver a sus hijos, después de cuatro días de 'viaje con sorpresa'. «Hasta que no los veamos, no nos lo creemos. Seguro que vienen muy canijos», exclamaba una de las progenitoras. Y es que esta era la mayor preocupación de la mayoría de los padres. «Estamos nerviosísimas, cuatro días de más que han sido un poco inquietos», decían unos. «Por una parte estábamos un poco entristecidos y apenados, el sábado, cuando estaban sin dinero, fue el momento más duro porque no tenían para comer», apuntaban otros.
Una vez que la comitiva de los 32 alumnos y las tres profesoras asomaron la cabeza en la sala de recogida de equipajes, los aplausos en la puerta de salidas empezaron a sucederse con algún que otro grito acompañado de las lágrimas maternas. Eran las 08,18 horas cuando, las puertas se abrían para dejar paso a los alumnos del CP Can Bonet que, a pesar de tener ganas de llegar a casa, algunos se veían superados, tanto por la emoción de los padres, como por la expectación despertada en los medios de comunicación.
El director del centro, Josep Lluís Moyà, que se mantuvo en un segundo plano hasta que las familias se reencontraron, destacó la labor de las profesoras: «Han actuado muy correctamente y dando ánimos a pesar de las dificultades de la vuelta. Ha sido un viaje donde se han superado muchos inconvenientes y dificultades imprevistas», apuntó.
Los protagonistas
Los 32 alumnos del CP de Can Bonet, protagonistas del día de ayer, reconocían que han vivido un viaje con numerosas experiencias, y aunque Carolina lo calificaba de «momentos chungos», Tamara aseguraba tener «ganas de llegar».
Otros, como Víctor, indicaron que a pesar de estar «cansados de tanta odisea, en verdad estos cuatro días de más han estado bien». «Si me hubiesen dejado yo me hubiera quedado más», apuntaba Noemí, aunque reconoció que hubo un momento en que ya estaban «desesperados» con tanto ajetreo de viaje.
Pilar Gancedo, una de las profesoras responsables de la comitiva que viajó a Londres hace ya 10 días y que se vio afectada por la nube de ceniza del volcán islandés, también recibió su dosis de aplausos de los padres. «Hemos hecho lo que hemos podido, todos teníamos ganas de llegar», indicaba.
A pesar del impedimento de poder volar desde Londres, del largo viaje en autobús cruzando toda Europa y de los problemas económicos para poder comer, los chicos se vieron recompensados ayer con la visita al Bernabeu y con el encuentro casual con uno de los participantes del concurso de baile 'Fama'. Todo es por algo.