De vez en cuando compro infusiones o chocolate de comercio justo. La verdad es que creo que no se conoce mucho y está muy bien que existan días como hoy para recordar o dar a conocer lo que realmente es el comercio justo», afirmó Paula, que como tantos otros ciudadanos se acercó ayer al paseo Vara de Rey para participar en las actividades programadas con motivo del Día Internacional del Comercio Justo, organizado en Eivissa por la tienda solidaria Algo más, la Fundación Vicente Ferrer y Fundació Deixalles.
A las degustaciones de productos de comercio justo se sumaron las actuaciones musicales del coro Can Blau Gospel, Los Charrúas, Eivisamba, Marcelo y su grupo de capoeira, el coro Eivissa Body and Soul, Flecha Negra, Esfera Roja y más tarde el sorteo de cestas con productos de comercio justo. «Hace dos años que celebramos con una gran fiesta este día internacional con el que queremos hacer una llamada a la ciudadanía para que sepan que el comercio justo es una alternativa real de consumo. Asimismo perseguimos que haya unas relaciones comerciales justas entre los países del sur y del norte y que se eliminen los intermediarios porque así se paga lo que realmente vale el producto», explicó Flor dell' Agnolo, coordinadora de la Fundació Deixalles, quien señaló además que esta organización se encuentra inmersa en la campaña de compra pública ética. «Básicamente consiste en que las administraciones públicas tengan en cuenta criterios éticos y sociales a la hora de contratar servicios. Por el momento está teniendo buena respuesta por parte de las instituciones».
Uno de los puntos más importantes de la celebración tuvo lugar con la lectura de manifiesto, donde la organización destacó entre sus peticiones la equidad del comercio internacional, la condena de la explotación laboral y el trabajo infantil, un compromiso mayor por parte de los consumidores hacia el comercio justo. Ya de toda la sociedad esperan que se exija información sobre el origen y las condiciones de elaboración de los productos que adquieren los consumidores y el fomento del consumo responsable. «Manifestamos nuestra voluntad de seguir trabajando para consolidar el comercio justo como herramienta para la erradicación de la pobreza y la mejora de los países del sur», concluyó Yolanda, la voluntaria de la Fundación Vicente Ferrer que leyó el manifiesto.