Cinco empleados de Ibatur (Instituto Balear de Turismo) fueron detenidos en la mañana de ayer en el marco de la 'operación Pasarela', que investiga el desvío de fondos públicos.
Durante la tarde del martes y la mañana del miércoles los agentes del Grupo de Delincuencia Económica analizaron contrarreloj parte de la abundante documentación intervenida en los siete registros de Mallorca. Con los datos extraídos de ese material, los inspectores decidieron que había indicios suficientes para citar a una serie de empleados que en la época de Matas firmaron ciertos documentos que en la actualidad están bajo sospecha.
Jefes de departamentos
Los cinco empleados se personaron en las dependencias del Paseo Mallorca, algunos acompañados ya de sus respectivos abogados, y comenzaron su declaración, que fue maratoniana. Los detenidos son Linda D.S., jefa del Departamento de Ferias; Aina G, jefa del Departamento de Publicidad; Pere P., jefe del Àrea Informática, Francisca T., jefa del Àrea de Promoción) y un quinto imputado del que sólo han trascendido sus iniciales R.V.G.
Los acusados tuvieron que responder numerosas preguntas de los policías, la mayoría de ellas relacionadas con el pago de facturas. Y dentro de este contexto, una parte importante de los interrogatorios se centró en las relaciones comerciales entre Ibatur y Pula Golf, en Son Servera. El empresario Romeo Sala recibió, en cuatro años, un total de 17 millones de euros del Govern.
Otro punto clave para los investigadores son las actividades de Raimundo Alabern y Juan Carlos Alía, los dos gerentes del Ibatur que autorizaron pagos millonarios, muchos de ellos supuestamente irregulares. Así pues, los agentes preguntaron a los acusados aspectos relacionados con las negociaciones que llevaban a cabo estos dos ex responsables del Ibatur.
Al cierre de esta edición la actividad del Grupo de delincuencia Económica era frenética y estaba previsto el interrogatorio de otros muchos presuntos implicados. Las fuentes judiciales consultadas indicaron que se han descubierto pagos masivos y muy fraccionados por trabajos que no existían o que no costaban lo que se abonó por ellos. Esa material sería la base de las futuras imputaciones de los próximos detenidos. Algunos de los detenidos ayer, empleados del Ibatur, reconocieron que en la época de Raimundo Alabern y Miguel Àngel Bonet, ex asesor jurídico de ese organismo, se justificaban facturas a posteriori, un procedimiento del todo irregular en cualquier conselleria.
También recalcaron, en sus declaraciones, que se limitaban a acatar las órdenes de Alabern y Bonet, y que los trámites que avalaban no lo hacían por iniciativa propia, sino por indicaciones de estos dos jefes. Los empleados del Ibatur detenidos también tuvieron que dar explicaciones sobre los numerosos pagos fraccionados.
Consternación en la Conselleria de Turisme por la detención de compañeros
La detención de los cuatro funcionarios del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) provocó ayer una gran consternación entre los trabajadores y compañeros en la Conselleria de Turisme, más al presenciar «in situ» las detenciones. Ante el estado de ánimo que se vivieron en los momentos posteriores a las detenciones, la jornada transcurrió en medio de una gran desolación, lo que motivó que los responsables políticos de la Conselleria de Turisme, entre ellos la consellera Joana Barceló, mantuviera una reunión con parte de los funcionarios para calmar los ánimos y tranquilizarles en lo máximo posible. Es lo único que transcendió ayer, ya que el silencio fue absoluto a la hora de realizar cualquier tipo de comentario sobre las detenciones.