El presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, y los alcaldes de Santa Eulària, Vicent Marí; Sant Antoni, José Sala; y Sant Josep, Josep Marí Ribas, firmaron ayer el convenio de colaboración según el cual la entidad insular cede a los ayuntamientos la gestión de las instalaciones de seis nuevas deixalleries, dos en cada municipio. Una mancomunidad será la encargada de explotar este servicio, que se pondrá en marcha a lo largo de este año, a través de la contratación de una empresa externa permitiendo así baratar costes. El Consell aporta 30.000 euros para ayudar a los consistorios en la gestión.
En Santa Eulària, los puntos de recogida selectiva estarán ubicadas en Ca na Palava y Can Sançò; las de Sant Antoni en ses Païsses y es Cor de Jesús, y las de Sant Josep, en Can Guerxo y Cala de Bou. A la firma del convenio acudieron también representantes de los municipios de Eivissa y de Sant Joan, «porque la gente podrá utilizar las seis deixalleries sin depender del lugar en el que vivan», apuntaron desde el Consell.
En otoño
Sant Josep calcula que sus instalaciones se pongan en funcionamiento a partir de septiembre y lo harán por cuenta del ayuntamiento «hasta que seamos capaces de culminar el proceso de licitación de la gestión conjunta», dijo Marí Ribas. «Hay un impass de lo que será la gestión definitiva», añadió.
Por su parte, Vicent Marí explicó que «de manera transitoria y temporal» se pondrán en marcha en otoño el servicio «hasta que se pueda licitar y que se adopte una forma de gestión por parte de todos los ayuntamientos, lo que permitirá ahorrar costes». El alcalde de Sant Antoni, José Sala, expresó su preocupación por el coste de la gestión para las arcas municipales señalando que la de ses Païsses se pondrá en funcionamiento «sin ningún coste adicional» ya que hay otra de menor tamaño en la zona, «pero la de Montecristo ya lo veremos».
El conseller de Medi Ambient, Albert Prats, recordó que el Consell, además de las obras, ha hecho un estudio de explotación, que ha entregado a los ayuntamientos, en el que se contempla que el coste ascenderá a 350.000 euros entre todas, «que sería superior si la gestión estuviera de manera separada» y que el sobrecoste para los ayuntamientos «no será tanto».
Dos millones de euros para la construcción y la dotación
El coste de la construcción y dotación ha sido de 1,94 millones de euros, un dinero sufragado por el Consell con un 80% provinientes de los Fondos Europeos de Cohesión. Tarrés señaló que «eran muy necesarias» estas instalaciones para la recogida correcta de determinados residuos. La principal función de las deixalleries es la recepción, clasificación y transferencia de residuos que se generan en los domicilios y que hasta ahora no tenían una recogida específica, como aceite, residuos voluminosos o cristal. El servicio será gratuito para los ciudadanos y las empresas pagarán su uso.