De acá para allá y colgado del teléfono móvil se ha pasado casi tres semanas el reportero Miquel Serra, de Sálvame Diario, el espacio televisivo que dirige Jorge Javier Vázquez en Tele5. Sin el acento catalán que exagera en sus reportajes con los famosos, Miquel Serra se divierte mientras trabaja. Atiende amable a la gente que le reconoce por la calle. El humor es su secreto.
-Estás este verano en Eivissa como corresponsal de Sálvame, ¿te han hecho correr los famosos?
-No mucho. La primera semana fueron todo conexiones en directo y no te dejan tiempo para ir a buscar a gente. La primera conexión la hicimos para explicar los enseres que hay que llevar a la playa. Pinchamos la colchoneta sin querer, llevamos la sombrilla, los calzoncillos blancos de Julián Muñoz y unas tetas de plástico antiestrés. La segunda, fue con Marc Ostarcevic con la tetilla de plástico y le pusimos los calzoncillos hasta arriba.
-¿Marc Ostarcevic es un personaje accesible?
-Super accesible. Es relaciones públicas del Keeper y se porta superbien con nosotros. Él te viene y te hace la broma.
-¿Qué otros personajes has hecho en Eivissa?
-Arturo de Gran Hermano y Maria Lapiedra participaron en varios directos. Estuvimos en Amnesia Matiné La Leche y estaba Kike Sarasola, Julio José Iglesias, Ivón Armand y Custo Dalmau. Le pedimos a uno de los personajes que si nos podía decir unas palabras a cámara. El pobre no podía ni hablar. También hicimos a Villa, Reina y Llorente en ses Salines.
-¿Cuál es el personaje del verano 2010?
-Más que el personaje es lo que iba dentro de él. El bañador blanco de Julián Muñoz, el turbo que llevaba. Yo soy mucho de turbo bañador, de toda la vida. Yo no se la gente como puede llevar esos bañadores largos hasta al rodilla que no puedes ni caminar y no se secan nunca. Vas todo el día húmedo. Yo entiendo que lo lleve, pero claro, luego se lo ha sacado y le han pillado en bolas. Es curioso porque aquí te enteras de muchas cosas que pasan de verdad. Se estaba diciendo en los programas del corazón que se había dejado. Que era un posado. Y aquí los paparazzis dicen que no. Le pillaron en bragas, bueno sin ellas.
-¿Vuestro trabajo es distinto?
-Claro, nosotros además no tenemos medios. Estaría muy bien porque con una lancha aquí reventamos la isla. Pero no hay presupuesto, estamos en crisis.
-Si fueras un famoso...
-No vendría a Eivissa. Es algo que no entiendo. Estamos en el Malibú y están Villa, Reina y Llorente y hay 500 personas para hacerse fotos con ellos. No se si lo que les gusta de la isla les prevalece o que pasa. Si alguien quiere intimidad que no venga aquí. En Malibú están todos y está la gente que va a ver a los famosos. Hay muchos sitios en verano para ir en el que no estás tan expuesto.
-Eres muy popular y la gente te para por la calle.
-Algo. Es de risa porque voy por las playas como si fuera de incógnito y la gente me va gritando. «!Tomatito, tomatito!» O Sálvame, me dicen. También me llaman Torito, Torito. Y a él también le confunden conmigo y está harto.
-¿Cuál ha sido el personaje popular que más se te ha resistido?
-Pantoja. No por no dejarse ver sino porque el objetivo con ella es que te hable. Un día en el aeropuerto le pregunté por un disco que había sacado y me contestó. La única que vez que tengo totales míos propios con ella.
-¿Has tenido algún lío con algún famoso?
-La verdad es que tengo bastante buen rollo con ellos. Ha sido siempre bastante cordial. Quizá con Pantoja o con Jaime Ostos, pero es que él es super fácil de picar.
-¿Cómo ha cambiado el 'corazoneo' desde el 'Tomate' hasta ahora con 'Sálvame'?
-Creo que ha mejorado en el sentido en que el Tomate era muy fuerte. En cierto sentido nosotros también lo pagábamos. Y ahora está la cosa mucho más suave. No deja de ser un tertulia cachonda. El Tomate era más agresivo. Los temas se trataban más intensamente. Era más duro como reporteros. Lo hemos notado con la alcachofa de Sálvame la gente se da cuenta que es menos hiriente y se trabaja mucho mejor.
-¿Qué televisión harías en el futuro?
-El humor. Me cuesta mucho hacer las cosas en serio y más tratándose de corazón, si tuviera que hacerlo en serio lo dejaría. Llevo siete años relacionado con esto pero no me cierro a hacer cosas de humor. Magazine o un programa de humor. Si hay que cambiar, porqué no.