Las tradiciones cambian, y es que este año la protagonista de la 'berenada' no ha sido la paella sino un gran número de sandías.
Este año, el Ayuntamiento de Eivissa en la popular 'berenada' celebrada ayer por la tarde en es Salt de s´Ase organizó, en lugar de una paella, un concurso de tiro con arco y repartió rodajas de sandía a todos los que se acercaban. Respecto al concurso de tiro con arco, Daniel explico que «acertando dos amarillos y un rojo, el premio era media sandía, sobrasada y queso». La multitud de gente asistente conversaba, comía y reía al compás de las dos bandas que amenizaban el momento.
Una fiesta popular con diversidad de opiniones. Vicente Tur, componente de la Banda Simfònica Ciutat d´e Eivissa, cree que es un día divertidísimo en el que dentro de la banda se pueden vestir de calle y todo es más informal. La asociación Sa Capelleta tiene su propia visión de la 'berenada' y es la de ofrecer a todos los que pasan un vaso de sangría y para los que se quedan a charlar una gran variedad de platos caseros como empanadas de carne, quiche de queso, coca de verduras y tortilla de patatas que cada miembro trajo para la ocasión. Vicent Costa, presidente de la asociación, junto con Margarita Tur, la vicepresidenta, explican: «Esta es una reunión para conmemorar el 775 aniversario de la reconquista celebrada en el sitio por donde entraron los conquistadores de la isla». Los componentes de la Banda Nuestra Señora de los Dolores, Antonia, Mª Jesús y Daniel Prada cuentan que es uno de los días más divertidos de las Festas de la Terra y que, a pesar del calor, cada vez viene más gente con ganas de estar junta y de forma animada. Por otro lado, hay quienes echaban en falta la tradicional paella, incluso llegando a decir que no parecía Sant Ciriac sin esta. Había otros que lamentaban la falta de amigos que por culpa de la actividad turística y tener que dedicarse a atender su negocio no pudieran asistir.
Las costumbres cambian, sí, pero no su esencia. El motivo por el que los ibicencos se juntan cada año es para conmemorar la reconquista de la isla, el momento en el que Guillem de Montgrí llegó a la isla, que hasta 1235 estaba tomada por los musulmanes. La fiesta unió a familias y amigos durante un rato en el que no faltó comida, música y diversión.