Enestas dos décadas de Amnesia como club, millones de personas lo han dado todo en su pista de baile y cientos de los mejores djs del mundo han pasado por su cabina. La discoteca, uno de los iconos del fenómeno clubber en la isla, cumple este verano su 20 aniversario. Por todos sus departamentos han pasado también cientos de trabajadores. Algunos continúan hoy día, otros se han incorporado recientemente a un club que ha visto cómo Eivissa se colocaba en lo más alto de la escena de la música electrónica.
«Como club lleva 20 años pero, en realidad, lleva mucho más tiempo en Eivissa», explica Igor Marijuan, que aunque trabaja en la radio de Amnesia desde hace solo dos años, la conoce desde hace más de una década. «Conocí la discoteca cuando llegaron la promotoras. Antes era una discoteca que tenía sus djs residentes y la gente venía a sus fiestas específicas. Cada día de la semana, desde hace 12 o 15 años, Amnesia se convierte en una discoteca diferente. Los lunes no tiene nada que ver con los martes ni con los miércoles. Cada día se transforma», explica Marijuan, sobre la evolución, no solo de la discoteca sino también del fenómeno clubber. «Llegaron los promotores y cambió todo, así de este modo llegaron las grandes estrellas a la isla. Aunque se desplazó al público de la isla, al más auténtico, por ese turismo que venía a vivir el clubbing», comenta antes de volver al micrófono en la radio de la discoteca.
Durante más de cien días cada verano, Amnesia no cierra sus puertas y su gran equipo de trabajadores no descansa para que todo funcione. Tanto de día como de noche. Desde camareras, bailarines, djs, responsables de los distintos departamentos y zonas hasta la gente de mantenimiento.
Equipo veterano
«Amnesia es una disco de clubbers. No es una discoteca exclusiva, pequeña, sino que es una discoteca con grandes dimensiones. Se puede decir que el privado es la otra cara de la discoteca. Es como dos discotecas en una, porque tú, estando arriba, lo que ves es la pista en totalmente diferente», comenta Armando Daura, responsable del VIP desde hace 11 años. Él mejor que nadie conoce bien el público exclusivo que viene a la isla. «Ha venido gente como Sylvester Stallone, Tom Cruise, Grace Jones, Jamiroquai, Paris Hilton, los de U2, futbolistas como Sneider... es que son cientos, me olvido de muchísimos. Además de los famosos españoles», explica sobre las celebrities. «Hay una demanda mayor de un servicio de calidad, de un servicio VIP, no sólo en el privado sino también en toda la isla. Toda esta gente que iba a Saint-Tropez, que están acostumbrados a otro tipo de fiesta, se están desviando todos hacia Eivissa», explica Daura, que conoce el club desde que era una niño. «Casi desde que tengo uso de razón», comenta. Él trabaja codo con codo con Alexandra De Paz, que lo hace en el reservado del club desde hace ocho años. «Empecé como camarera de barra y allí no se tiene un trato tan directo con la gente. En el VIP el trato es mucho más cercano», comenta De Paz, que gracias a los tres idiomas que habla ascendió dentro del club.
Fátima Hernández lleva ocho años trabajando en esta discoteca y cinco como encargada de las chicas. Ella empezó como bailarina en la misma discoteca y ahora se hace cargo de ellas durante la temporada y también se encarga de hacer los casting en diferentes países de Europa. «Cada temporada tenemos bailarinas nuevas, la mayoría de ellas. Ahora tengo 40 bailarinas pero el año que empecé tenía 50 gogos», comenta Hernández, mientras las chicas se preparan para salir a bailar.
Otra parte de la imagen de la discoteca es Cuqui, dragqueen que empezó en 1996. Cuqui baila junto a las chicas y también hace promoción en los pasacalles por el puerto de Eivissa. «Llevo 14 años y me siento parte de esta familia. Aquí hay gente que lleva trabajando casi 25 años», comenta manteniendo el equilibrio en unas inmensas plataformas. Él llegó a Eivissa cuando las dragqueens no se veían. «Para mí ha sido una escuela, además de un trabajo. En aquella época se había visto poco lo de la animación y las drag. Aquí un poco más, pero en España era algo desconocido», explica Cuqui.
Es incalculable el número de personas que han pasado por la discoteca y también son cientos de rostros que hacen que este equipo se haya convertido en más de 20 años una familia.