El Consell d'Eivissa destinará 50.000 euros a realizar una serie de obras de adecuación en la carretera de ses Salines con el objetivo de evitar el caos de coches que se forma cada verano en los aparcamientos, cuando es habitual ver vehículos estacionados encima de rotondas, isletas y cunetas.
Los trabajos son sencillos y consisten en la colocación de palos y barreras de madera en los laterales de la carretera, en las isletas y en las rotondas para evitar el estacionamiento descontrolado. Según explicó el conseller de Mobilitat, Albert Prats, al principio pensaban incluir esta obra dentro del primer tramo de remodelación de la carretera de ses Salines, pero como este trámite tardará más tiempo han decidido adelantarse para poder poner en marcha el nuevo sistema ya en la próxima temporada de verano.
«Ahora ha salido a concurso el proyecto de construcción de la primera fase de la vía de ses Salines, pero ya queremos hacer una primera actuación de cara al verano para que el acceso quede limpio y las condiciones de evacuación sean óptimas», relató el conseller, que indicó que el procedimiento se hará por obra directa. Incluso se podría ejecutar por parte de las brigadas del Consell, ya que «no es una obra en sí». Además, al ser una simple instalación de elementos no precisará de tantos trámites. «Simplemente se trata de poner algo para evitar que se aparque, tipo lo que se ha hecho en ses Feixes», ejemplificó Prats. El dinero para acometer esta obra saldrá del convenio de carreteras, del dinero que aportó el Govern balear.
Sin retrasos
El conseller de Mobilitat indicó que el hecho de que se haga esta primera actuación no quiere decir que la carretera de ses Salines se retrase. «Se está licitando el proyecto constructivo, pero como tarda queremos hacer esta primera acción para el próximo verano», indicó Prats, que confía en que los trabajos puedan realizarse este mismo invierno.
La tramitación de esta carretera es prácticamente paralela a la del primer cinturón de ronda, la redacción del proyecto del cual está a punto de ser adjudicada. «Luego habrá cuatro meses de redacción de proyecto y entonces la sacaremos a concurso», aclaró Prats, que aseguró que en este caso no se prevén muchas expropiaciones, además de que es terreno urbano, con lo que se facilitan muchísimo los trámites medioambientales. De hecho, la intención del equipo de gobierno es sacar a concurso la construcción de esta obra esta legislatura, aunque los plazos son justos. En principio la única carretera impulsada por los progresistas que estará terminada antes de las elecciones será la carretera de Sant Miquel.
Arreglar los accesos a las playas tras el caso Benirràs
El incendio de Benirràs ha contribuido a generar una mayor sensibilidad hacia la necesidad de arreglar el acceso a algunas playas. Según reconoció Prats, se trata de un tema «polémico». «Yo ya di mi opinión sobre las fiestas en las playas», remarcó el conseller, que recordó que ellos ya están trabajando para arreglar el acceso a ses Salines, que es en el que tienen responsabilidad por ser una vía propiedad del Consell. Pero en muchos otros casos los responsables son los ayuntamientos. «En todo caso, está bien que se racionalicen las zonas de aparcamiento para que sea más seguro en caso de incendio y para facilitar la evacuación», remarcó el conseller, que recordó que el fuego de Benirràs no fue provocado por la afluencia, sino que eso complicó la evacuación.
LA FICHA
ARREGLO. Se trata de la instalación de palos y barreras de madera para evitar el aparcamiento incontrolado de vehículos y el caos que se produce en verano.
SOLUCIÓN. El conseller ya había anunciado en numerosas ocasiones que quería controlar el acceso a las playas de ses Salines, pero hasta ahora no se habían tomado medidas. Finalmente se ha optado por desmembrar esta actuación del proyecto de arreglo de la carretera, que también incluirá carril bici.
PRESUPUESTO. Los 50.000 euros que cuesta esta actuación salen del convenio de carreteras.