Los sindicatos CCOO y UGT han cifrado el seguimiento del paro general en Baleares en un 68%, un porcentaje que según ellos, muestra que la huelga ha sido «digna» y «exitosa», a pesar de la baja participación del sector público, las pequeñas y medianas empresas y los autónomos.
«En líneas generales, ha sido una huelga digna», ha afirmado el secretario general de UGT en Baleares, Lorenzo Bravo, algo que ha ratificado la responsable de CCOO en las islas, Katiana Vicens, quien ha manifestado que «digan lo que digan, hoy no es un día que transcurra con normalidad».
Vicens ha insistido en que, al margen del «baile de cifras», la huelga ha sido un «éxito» porque, incluso «con toda una campaña en contra», los trabajadores han demostrado un nivel de participación «muy significativo que hará recapacitar al Gobierno».
Industria y construcción, a la cabeza del seguimiento
Los sectores que, según el recuento final de los sindicatos, han tenido un mayor seguimiento han sido el de la industria (98%) y la construcción (87%); el de servicios (75%, sobre todo en hoteles) y el de transportes (65%, con un cien por cien en tren y metro).
Los sindicatos también han remarcado la «alta participación» de trabajadores de empresas públicas como la que gestiona el aparcamiento regulado en Palma (ORA), en la que solo han trabajado «5 trabajadores de 180».
La diferencia existente entre estas cifras sindicales y las aportadas por la administración radica, según la responsable de CCOO, en que los sindicatos cuentan como trabajadores no convocados a la huelga los de servicios mínimos, mientras que las administraciones los cuentan como que no han secundado el paro.
«Si uno se pasea por Palma lo verá: las calles están más vacías, hay menos tráfico, los establecimientos están cerrados», ha dicho Vicens, si bien ha reconocido que muchos comercios han ido abriendo sus puertas a medida que avanzaba el día o bien cuando los piquetes abandonaban su zona.
Poco éxito entre pymes y autónomos
Precisamente la escasa incidencia de la huelga en el sector de las pymes y de los autónomos ha sido uno de los errores que el secretario general de UGT ha echado sobre las espaldas de los sindicatos: «teníamos que habernos sentado con ellos e informarles de cómo les afecta la reforma a ellos también», ha lamentado Bravo.
Otro error que ha pagado esta huelga ha sido, según Bravo, el haber convocado una huelga de funcionarios públicos en junio, un paro «precipitado» que ha contribuido a que hoy estos empleados acudieran con normalidad a sus puestos.
Bravo y Vicens han incidido en que la baja participación de los funcionarios no ha supuesto una decepción porque se lo esperaban y, aún así, han recalcado que este 68% de seguimiento los coloca por encima de la huelga de 2002, aunque por debajo de la de 1988.
El responsable de UGT ha invitado a la reflexión por parte de los sindicatos pero también ha pedido a la gente que piense en que esta reforma laboral supondrá un millón de parados más en España y la pérdida del 15 al 20% de las pequeñas y medianas empresas.
«Si la gente no quiere reflexionar y quieren que sigan martirizándoles, nosotros tenemos la conciencia bien tranquila porque hemos hecho lo que teníamos que hacer», ha concluido Bravo.